Thor: Love and Thunder (Taika Waititi, 2022)
No voy a ahondar mucho en la temática del nuevo Thor, porque, como ya dijimos hace poco al hablar de la última del Doctor Extraño, el esquema de todos los productos del MCU es parecido (presentación más o menos divertida, conflicto, desarrollo donde todo sale mal para que siempre parezca que los héroes van a fracasar, y desenlace final más o menos feliz) y, en ese sentido, esta última inclusión del Vikingo Espacial no se sale de la norma, aunque, como ya pasó enThor: Ragarok, es casi en lo único en que parece continuar el estilo narrativo del franquiciado.
He leído mucho sobre esta película, normal cuando casi es lo único que tienen programado la mayoría de cines habituales, y, a partir de ella, leía el otro día un artículo interesante en Espinof que se quejaba de lo desproporcionado de la Fase IV del ciclo MCU respecto a las anteriores, entre otras cosas porque no queda claro en ningún momento adonde se dirige.
Efectivamente, parece que eso está siendo un problema para la mayoría de los fans, entiendo que fundamentalmente para los que conocen los cómics. Afortunadamente, no me encuentro en esa lista y no me parece que el que no haya un destino claro sea, en sí, un handicap. Sobre todo porque creo que lo que están haciendo, tras el parón que supuso la pandemia y el desconcierto con algunas subfranquicias (está por ver qué harán con Black Panther tras el fallecimiento de Chadwick Boseman), es, por un lado, empezar a presentarnos a los nuevos personajes que sustituirán a los caídos, y, por otro, cerrar determinados arcos, en forma de homenaje (ya hablé cuando Extraño del personaje de Wanda), para otros que no van a volver a aparecer. Pero sobre todo, me parece que esa especie de dispersión en el objetivo final ayuda a que podamos disfrutar de cada película como unidad independiente, cosa que a esta Love and Thunder le sienta estupendamente.
Tal y como ya hizo en Ragnarok, Waititi parece tener bastante libertad a la hora de desarrollar la trama, y, en este caso, y con disfraz de película de aventuras, lo que nos viene a contar es una estupenda comedia romántica (también he leído a más de uno decir que es "la mejor comedia romántica de la historia", supongo que porque para ellos la historia debió comenzar allá por los noventa) que ayuda a clausurar el ciclo del primer Thor y, finalmente, lo deja libre para poder desarrollar nuevos argumentos sentimentales.
Como de costumbre, la factura es perfecta, no llega a las dos horas (por poco), lo que es muy de agradecer, y, también en la línea de su predecesora, es una película que se toma mucho menos en serio que todo el resto de subfranquicias (aún menos que los Guardianes de la Galaxia), logrando un producto disfrutable, con mucho humor, en ocasiones en base al ridículo, y que tiene perfecta conciencia de su escasa trascendencia. Y eso, tras tanto Nolan y tanto aire de grandiosidad, para mi es un plus.
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