domingo, 19 de junio de 2022

La escopeta nacional

 La escopeta nacional (Luis García Berlanga, 1978)


El mismo año en que estrenábamos Constitución, oficializando el presunto fin del franquismo, Berlanga y Azcona nos regalaban esta obra de arte por la que, desgraciadamente, no parece que hayan pasado los años. Porque como se están encargando de demostrar nuestros políticos en las distintas campañas electorales, especialmente en esta última andaluza cuyos resultados se conocerán hoy, la misma situación y el mismo estilo de protagonistas podrían estar organizando alguna que otra campaña de algún partido al que no me referiré aquí.

No puedo evitar, desde que empecé a escuchar aquello de los “chiringuitos ideológicos”, acordarme de esa frase inmortal, maravillosamente actuada por Saza, de “Apolítico, total. De derechas, como mi padre”, de la que es una pena no tener un meme que lanzarle a la cara a todos los que medio siglo después siguen repitiendo, sin que falte una coma, todo el ideario franquista con el que justifican su repulsa al cambio,y que esta película compendia para, de forma inmisericorde, cebarse en lo hipócrita y ridiculo del mismo.

Astracanada ejemplar, las miserias  del Marqués de Leguineche y familia, desquiciados por su propia desgracia, fruto de su ineptitud, pero de la que prefieren hacer responsable a otros, no sólo disecciona, de forma mucho más explícita que en su obra anterior, la podredumbre de los tejemanejes de los que sostuvieron el régimen. También quiso servir de advertencia de las corruptelas de un país que tenía que salir de ellas para poder dejar atrás los males del pasado, por más que, lamentablemente, estemos tardando bastante más de lo que deberíamos.

Hubo un par de continuaciones, menos redondas que la original, y el cine de Berlanga, más libre, nunca volvió a ser el mismo que cuando tenía que esquivar la censura, pero como obra del inicio de su, llamémosla, decrepitud cinematográfica, no deja de ser un monumento sustentado tanto por el propio guión como por unos actores que pocas veces han estado en un estado de gracia tan continuo. Especial mención, en ese sentido, a la gran Amparo Soler Leal en el que, posiblemente, fuera el papel más exitoso de su carrera.

En fin, que como parece que vamos a tener que volver a ir a cacerías para poder hacer negocios de los que se aprovechen gente de buena familia, me parecía buena opción para el día de hoy. Si no la han visto, cosa que dudo, o hace tiempo que no lo hacen, puede ser buen día para disfrutarla. En medio de tanto asco, al menos podremos reírnos a gusto.

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