viernes, 20 de marzo de 2009

El doctor Mabuse

El doctor Mabuse (Fritz Lang, 1922)

Hace unos meses (no demasiados) hablé de Los vampiros de Feuillade. Al revisar El doctor Mabuse las referencias se hacen inevitables. Y no sólo por la estructura en capítulos (dos aquí frente a diez allí) ni por tratar del crimen organizado, ni porque Mabuse sea un experto en disfraces.
Lo es también porque a pesar de ser en apariencia, ambas, películas de entretenimiento, tienen un fin más didáctico y aleccionador del que se pudiera esperar. Claro por ahí comienzan las diferencias.

Las dos partes de El doctor Mabuse no tienen que ver sólo con la duración excesiva del metraje (en total casi cuatro horas), sino que son dos películas diferenciadas estilísticamente y en género. Ambas policíacas, narrando la búsqueda de un delincuente del que, si no fuera por el título, no sabríamos el nombre hasta casi el final de la primera parte, y los problemas de este delincuente para conseguir realizar sus fechorías una vez la policía comienza a saber de él, la primera parte se centra más en las artimañas del delincuente y los de todos los casinos ilegales donde este ejerce su poder mental desde un punto de vista más policiaco puro (o lo que podría ser eso en los años 20).


Sin embargo la segunda parte tiene un intrincado psicológico más profundo, ahonda en las relaciones de Mabuse a raíz del inicio de caída en desgracia y su desmoronamiento progresivo tras enamorarse de forma no correspondida. Estilísticamente además, hablamos de una película mucho más sombría, con múltiples claroscuros y juegos de luces, mucho más expresionista, ese mismo movimiento artístico que Mabuse define como "un pasatiempo", consiguiendo darle un matiz más terrorífico. Matiz que llega hasta la escena final, (¡¡Spoiler!!), esa locura que envuelve a un Mabuse cuya huida es ya imposible, en base a esa tortura mental que sufre en su escondite.
Claro que esa es sólo una de las muchas escenas espléndidas que contiene esta cinta. Lang es otro de esos genios surgidos en la Alemania de posguerra que es capaz de realizar grandes películas incluso con historias breves, y que planifica y rueda escenas impresionantes con pocos medios pero mucha inspiración y talento, que al final es lo que verdaderamente importa. Quizá esta no sea su obra más importante pero eso no quita para que sea una grandísima película. Grandísima.


3 comentarios:

dvd dijo...

No se podría entender la progresión del cine fantástico y de terror sin acudir al expresionismo alemán, tan trufado de originalidad y visión propia, alentando siempre al creador por encima de consideraciones menores como el estrellato o la espectacularidad. De esta época de Lang es que no hay nada malo... bueno, es que sigo buscando algo malo de Lang, la verdad.

Vivian dijo...

Coincido en esa diferenciación que haces entre las dos películas. Aún teniendo un protagonista común, discurren en términos distintos, tanto en la forma como en el fondo, manteniendo, eso sí, ese sello personal del genio Lang.
Coincido también con dvd, creo que no es posible encontrar en su filmografía una película mala, ni siquiera mediocre.

Un saludo

Groupiedej dijo...

También lo creo yo.