lunes, 7 de enero de 2008

Amanece, que no es poco.

Amanece, que no es poco. (Jose Luis Cuerda, 1988)


La carrera de Cuerda es bastante irregular, en cuanto a contenido y resultados. Hoy voy a hablar de una película extraña, donde se mezcla lo real con lo fantástico, lo onírico, la crítica, la modernidad y lo castizo. Hombres que nacen como las patatas, personajes que quieren cambiar de personaje, elecciones para ver quién es la puta y quién las adúlteras del pueblo, una invasión del pueblo vecino, gente a los que les da por reírse con la luna llena en vez de convertirse en lobos... El único pero de la película es la sucesión de esketches. No hay hilo argumental, no hay nada que hilvane toda la locura, y eso hace que tanto absurdo pueda llegar a cansar. A mi me encanta, por mucho que no sea redonda, claro que uno es muy rarito.

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