martes, 21 de julio de 2009

Memento

Memento (Cristopher Nolan, 2000)



Uno de los recursos más socorridos para intentar innovar en el mundo del cine es el juego con el tiempo. Ese juego bien puede ser usado tanto de forma caprichosa como con intenciones más dramáticas, pero hacía ya años que parecía un filón agotado cuando descubrimos la primera (y mejor) película de Nolan.
El juego que guía al espectador no tiene que ver tanto con un puro recurso narrativo, sino que es parte fundamental de la línea de construcción de todo el film, curiosamente a base de deconstruir los momentos de la historia que nos relata y engarzar partes inconexas de las dos formas de mirar la misma.
Utiliza para ello dos cuentas
, una hacia atrás y otra hacia delante, que convergen finalmente a mitad de la historia para terminar de dar sentido no ya a la búsqueda del asesino de la mujer del protagonista, sino a nuestra propia búsqueda de la interpretación de la historia que nos cuenta Nolan.



Al final, evidentemente, esa manera inhabitual de manejar el tiempo no deja de ser uotrocapricho, pero es cierto que a lo que cuenta, a la extraña enfermedad de Leonard, que no puede memorizar más allá de unos cuantos minutos y tatúa todo su cuerpo con recordatorios tan vagos como toda la historia que él mismo está intentando ordenar, le sienta estupendamente.
Ante todo para que finalmente nos demos cuenta de las mismas trampas en las que cae Leonard al optar por inventarse, poco a poco, el sentido de su vida, las mismas que son necesarias para que nosotros nos podamos seguir lo que él mismo fabrica.


2 comentarios:

dvd dijo...

Pues estoy de acuerdo en que es la mejor película de Nolan, del que se sigue esperando algo original, que se le va a poner cara de murciélago...

loquemeahorro dijo...

Un amigo y yo seguimos discutiendo sobre si al final él utilizaba a todo el mundo, o los demás le utilizaban a él.

Lo que está claro es que no deja indiferente y que invita a pensar qué es lo que estás viendo, realmente, lo que se agradece.