miércoles, 22 de febrero de 2023

Los 100

The 100 (serie de TV, Alloy Entertainment/Warner Bros, Television/ Bonanza Productions/ CBS Productions)
 
 
 
¿Hay algún motivo para que alguien más allá de la primera parte de la veintena pierda ciento y pico horas de su vida viendo una serie de adolescentes distópica? Pues podría ser, si al menos fuera buena, lo que no es el caso. ¿Que por qué lo he hecho yo? Pues miren ustedes, si algún día lo averiguo, ya lo haré saber.
Inicialmente The 100 es divertida en el mismo sentido en que es divertida Pretty Little Liars, una colección de adolescentes haciendo cosas que no les corresponden, tomando decisiones que los adultos aceptarán sin problemas a pesar de decantarse siempre por las peores decisiones posibles, y empeorando sistemáticamente situaciones ya de por sí imposibles, siempre es motivo de disfrute, aunque sea por las risas. En este caso, además, situar esa dinámica en un entorno cercano al fin del mundo acentúa la posibilidad de desastre completo, y eso siempre es un plus para los que tenemos poco aprecio a la humanidad, todo sea dicho. 
La historia es que hubo un apocalipsis nuclear, y unos cuantos supervivientes llevan siglos en una nave, "El Arca", orbitando la Tierra esperando a que  los niveles de radiación bajen lo suficiente para poder volver a vivir en ella. Una nave donde cada vez los recursos son más escasos, lo que parece servir a sus dirigentes para adoptar un estilo dictatorial, en el que cualquier mínima actuación contra las férreas normas que presuntamente van encaminadas a no desaprovechar lo poco que tienen, será castigado severamente con la muerte. 
Pero se les ocurre que por qué matar a un manojo de adolescentes descerebrados y cargar con esa culpa, cuando siempre pueden mandarlos a la Tierra para "comprobar" si pueden vivir en ella. Al parecer, es una especie de medida de gracia porque, por lo que sea, pueden vivir cientos de años en el espacio pero no tienen forma de saber los niveles de radiación en superficie.
Cuando los desechados llegan al planeta no sólo no se mueren, sino que optan por intentar establecer una convivencia cuando, en su mayoría, son una panda de inadaptados egoístas que estarán peleándose entre ellos para ver quién la tiene más larga demostrando ser el más psicópata, envite que gana de lejos (y lo seguirá haciendo durante siete larguísimas temporadas) nuestra, no por más protagonista, querida, Clarke, que demuestra ser otra demagoga más que dice hacerlo todo por los demás, pero al final todo se reduce a que hay que hacer lo que diga su coño.
Una vez resuelto ese pequeño escollo, nuestra pequeña dictadora tendrá que vérselas con unos humanos que sobrevivieron a la presunta guerra nuclear volviendo a las sociedades tribales primitivas, porque la radiación parece que les hizo olvidar el desarrollo de la civilización durante miles de años, que no quieren a los nuevos por allí, también por lo que sea, hasta que nuestra dictadorcita termina haciéndose "amiga", que dirían en la prensa rosa, de la de ellos. 
A partir de ahí, pasan y pasan las temporadas con los conflictos con los "indígenas" y su aceptación, el descubrimiento de unos humanos ricos haciendo cosas de gente que se cree mejor que el resto en un búnker, más apocalipsis nucleares, supervivencia extrema, guiños a Mad Max, superpoderes de la radiactividad, huidas de planetas que estallan, viajes a la velocidad de la luz, teletransporte, gente sin ningún tipo de moral, alienígenas que se creen dioses... Demasiadas vueltas de tuerca sin mucho sentido más allá de seguir haciendo una serie que debía funcionar en audiencia.
Las dos primeras temporadas son entretenidas y tienen aspectos interesantes, por más que el guión no es precisamente su fuerte (ni el posterior planteamiento, cada temporada y cada decisión parecen más improvisadas que la anteriores), pero más allá de ahí no tiene prácticamente ningún sentido si no es el observar el descarrilamiento mental que deben haber tenido sus creadores para terminar así. Casi ningún personaje termina siendo simpático, los actores consagrados hacen lo que pueden y los noveles son guapos (algunos al menos), la tensión y la emoción se terminan intentando conseguir a base de cargarse personajes principales o, directamente, de matanzas por malos malísimos a los que no se han cargado antes para que puedan hacer eso, supongo... Mira, mira, qué desastre termina siendo todo. Eso sí, si no te lo tomas en serio, hasta te puedes reír un rato.

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