El director estrenó hace pocos días en España Antichrist, su última producción, rodeada de polémica desde antes de su presentación en el último Festival Internacional de Cine de Cannes, habiendose convertido para muchos en la expresión fidedigna de la insanidad mental del danés.
Es bien conocida la afición de este director a rodar películas que a muchos resultan desagradables, según algunos expertos por su reconocida capacidad para explorar las miserias del alma humana y transmitir toda clase de sentimientos negativos a su audiencia.
Muchos tachan sus films de tramposos y artificiosos, mientras que otros alaban su capacidad para realizar dichas trampas en lo que suponen un conocimiento completo del arte cinematográfico. No obstante parece que el crédito del danés termina para muchos aquí.
Incluso alguno de los que alabaron obras como Bailar en la oscuridad o Dogville quedaron pasmados ante la "salvajada" y el "cúmulo de despropósitos" que a su juicio entraña esta producción.
Los mismos espectadores no dejan de reconocer la habilidad de von Trier "no sólo para mostrarlos, sino para activar los mecanismos de angustia más básicos", pero se preguntan "si había necesidad" de mostrar escenas violentas que incluyen incluso mutilaciones "sin que la cámara se aparte, incluso alguna casi a cámara lenta".
Para ellos es señal de que la megalomanía de von Trier y su afán provocador ha sobrepasado a su calidad como cineasta y manifiestan un arrepentimiento extremo por haber pagado una entrada "para ver semejante sarta de ideas confusas y vomitivas".
Ni siquiera el "disfrazar" la supuesta historia de la terapia de una mujer que ha perdido a su hijo y que realiza su propio marido de cuento de terror, salva las "incongruencias" y los "caprichos" del cineasta danés, según comentan estas mismas fuentes, que abogan por un ingreso psiquiátrico urgente para von Trier con la finalidad de "salvar algo, si se puede".
El director no ha podido realizar declaraciones a esta columna debido a la medicación.
Es bien conocida la afición de este director a rodar películas que a muchos resultan desagradables, según algunos expertos por su reconocida capacidad para explorar las miserias del alma humana y transmitir toda clase de sentimientos negativos a su audiencia.
Muchos tachan sus films de tramposos y artificiosos, mientras que otros alaban su capacidad para realizar dichas trampas en lo que suponen un conocimiento completo del arte cinematográfico. No obstante parece que el crédito del danés termina para muchos aquí.
Incluso alguno de los que alabaron obras como Bailar en la oscuridad o Dogville quedaron pasmados ante la "salvajada" y el "cúmulo de despropósitos" que a su juicio entraña esta producción.
Los mismos espectadores no dejan de reconocer la habilidad de von Trier "no sólo para mostrarlos, sino para activar los mecanismos de angustia más básicos", pero se preguntan "si había necesidad" de mostrar escenas violentas que incluyen incluso mutilaciones "sin que la cámara se aparte, incluso alguna casi a cámara lenta".
Para ellos es señal de que la megalomanía de von Trier y su afán provocador ha sobrepasado a su calidad como cineasta y manifiestan un arrepentimiento extremo por haber pagado una entrada "para ver semejante sarta de ideas confusas y vomitivas".
Ni siquiera el "disfrazar" la supuesta historia de la terapia de una mujer que ha perdido a su hijo y que realiza su propio marido de cuento de terror, salva las "incongruencias" y los "caprichos" del cineasta danés, según comentan estas mismas fuentes, que abogan por un ingreso psiquiátrico urgente para von Trier con la finalidad de "salvar algo, si se puede".
El director no ha podido realizar declaraciones a esta columna debido a la medicación.
2 comentarios:
Lo de Trier no tiene nombre. Con lo del Dogma ya se la pegó a unos cuantos (lo que se tiene que estar riendo el tío de ver cómo su broma cobró tal magnitud) y lo único decente que salío de aquel experimento fue La Celebración. Odio "Bailar en la oscuridad" y "Los idiotas", lo único que me gustó de él fue "Rompiendo las olas".
Esta es pretenciosa, artificiosa y vacía. Cuenta con un comienzo sensacional y unos tres últimos minutos mágicos. Lo demás... sobra.
Saludos
Yo es que tengo una teoría bastante curiosa sobre el tipo éste, pero la voy a decir cuando vea la cosa ésta y me atreva a comentarla, que a este paso será el verano de 2014...
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