La censura española logró que esta película permaneciera olvidada durante bastantes años tras su estreno. Afortunadamente para nosotros, una de las obras maestras del cine español resurgiría en la época del franquismo tardío para convertirse en cinta de culto y que nunca más la olvidáramos.
Fernán-Gómez, actor y director de las más dispares producciones, se aseguró la inmortalidad cinematográfica precisamente con esta terrible historia rodada en blanco y negro y con un presupuesto ínfimo, que no deja de ser una radiografía pormenorizada de los mayores males de la vida en este país de chismosos, cotillas e hipócritas.
Ante la apariencia de una película de intriga (y terror en ocasiones), Fernán-Gómez utiliza un guión ajeno para mostrarnos una metáfora de la España de la época, asfixiante y controladora como la misma censura que la desterró a los cajones.
Tremenda en el discurso, espeluznante en las formas, gracias en parte a una espléndida fotografía en blanco y negro de José F. Aguayo, El extraño viaje, ese que quieren realizar esos tres pobres hermanos embaucados por Fernando (un espléndido Carlos Larrañaga) hacia un mundo mejor, un mundo lejos de la sociedad opresiva en la que viven, resulta intrigante y sobre todo, incómoda, ante todo porque Fernán-Gómez no deja pasar nada por alto, no deja que ninguno de sus personajes nos termine de caer simpáticos, no deja siquiera un resquicio de humanidad allí donde posa su cámara, no deja que nadie se salga con la suya... y sin embargo todos dan tanta pena...
Fernán-Gómez, actor y director de las más dispares producciones, se aseguró la inmortalidad cinematográfica precisamente con esta terrible historia rodada en blanco y negro y con un presupuesto ínfimo, que no deja de ser una radiografía pormenorizada de los mayores males de la vida en este país de chismosos, cotillas e hipócritas.
Ante la apariencia de una película de intriga (y terror en ocasiones), Fernán-Gómez utiliza un guión ajeno para mostrarnos una metáfora de la España de la época, asfixiante y controladora como la misma censura que la desterró a los cajones.
Tremenda en el discurso, espeluznante en las formas, gracias en parte a una espléndida fotografía en blanco y negro de José F. Aguayo, El extraño viaje, ese que quieren realizar esos tres pobres hermanos embaucados por Fernando (un espléndido Carlos Larrañaga) hacia un mundo mejor, un mundo lejos de la sociedad opresiva en la que viven, resulta intrigante y sobre todo, incómoda, ante todo porque Fernán-Gómez no deja pasar nada por alto, no deja que ninguno de sus personajes nos termine de caer simpáticos, no deja siquiera un resquicio de humanidad allí donde posa su cámara, no deja que nadie se salga con la suya... y sin embargo todos dan tanta pena...
4 comentarios:
Pues mira tu por donde que esta la tengo pendiente y me toca verla (supongo) en estas próximas semanas, que aún tengo 12 delante pendientes (es que la lista de pendientes no acaba nunca). Cuando pueda verla volveré para comentarte.
sALUDOS
La vi hace mucho y me quedé prendado del film. Fernán Gómez no era sólo un genio de la interpretación, era un director valiente como pocos.
Completamente de acuerdo con tu reseña.
Además me ha gustado lo de "las más dispares producciones" porque realmente creo que dentro de la filmografía de F.F.G., hay de todo.
Maravillosa genialidad, con un arranque soberbio y un dominio del costumbrismo que quita el sentío... ¡Y que yo le pondría a Mr. Bay todas las noches antes de acostarse hasta que se entere de lo que es el cine!... ¡Cojona!...
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