El señor Bay al que, simplemente por forclusión, he evitado en esta sección durante tanto tiempo, podría tener sin embargo, si su filmografía se ampliara, un jueves fijo cada pocos meses. Y es que este buen hombre cuenta con el dudoso honor de no haber realizado una película no ya decente, sino tan siquiera mediocre en toda su carrera. Y si no, visiten la Wikipedia y vean cómo ha sido todo desde que llegó a Joyivú y dirigió aquella cosa llamada Dos policías rebeldes.
En el caso que nos ocupa, una de las producciones más taquilleras de su año (y ahí el quid de la cuestión de por qué este hombre sigue trabajando en esto), hay dos problemas fundamentales que aquejan las producciones de este señor (y de otros muchos llegados desde allende los mares):
En el caso que nos ocupa, una de las producciones más taquilleras de su año (y ahí el quid de la cuestión de por qué este hombre sigue trabajando en esto), hay dos problemas fundamentales que aquejan las producciones de este señor (y de otros muchos llegados desde allende los mares):
1) Como es guiri (en este caso australiano, que como todo el mundo sabe, y si no, a The flight of the conchords me remito, dentro de la cultura anglosajona son descendientes directos de delincuentes) tienen que demostrar que son más fascistas que el ala dura del partido republicano para ser aceptados en yanquilandia.
2) Será un buen director de videoclips, porque de cine no tiene ni repajolera idea.
Y así tenemos esta cosa, dos horitas de planos de milisegundos de duración, estéticamente incoherentes aunque bonitos, que sirven para dar a entender lo larga que la tienen los yanquis, en este caso incluso entre ellos mismos.
En fin, que el señor Bay estará orgulloso y será terriblemente rico (tanto que se atrevió a producir aquel innecesario y patético remake de La matanza de Texas), cosa que es bastante más importante que hacer bien el trabajo para el que te pagan. Así morirá sin haber realizado no ya una película decente, sino tan solo una película a secas. Claro que al olmo no se le pueden pedir peras.
2) Será un buen director de videoclips, porque de cine no tiene ni repajolera idea.
Y así tenemos esta cosa, dos horitas de planos de milisegundos de duración, estéticamente incoherentes aunque bonitos, que sirven para dar a entender lo larga que la tienen los yanquis, en este caso incluso entre ellos mismos.
En fin, que el señor Bay estará orgulloso y será terriblemente rico (tanto que se atrevió a producir aquel innecesario y patético remake de La matanza de Texas), cosa que es bastante más importante que hacer bien el trabajo para el que te pagan. Así morirá sin haber realizado no ya una película decente, sino tan solo una película a secas. Claro que al olmo no se le pueden pedir peras.
2 comentarios:
Totalmente de acuerdo, este tipo es un negao.
MUy malo, muy malo pero morirá rico tras haber vivido una vida muy despreocupada de lujo y fama. Y nosotros poniéndolo a parir y a él se la suda.
Es que en este mundo no hay justicia (ni la hay en el otro, tranquilos)
He intentado ver (no me preguntéis por qué) "Dos policías Gilipollas" y "Ar Mogollón".
La primera era mala-mala, la segunda, el peor bodrio de la historia de los bodrios, de ambas desistí.
Publicar un comentario