miércoles, 19 de marzo de 2008

Una semana en el motor de un autobús.

Una semana en el motor de un autobús (Los Planetas, 1998)


Lo malo de repasar una discografía sin tenerlo previamente calculado es que al final se termina haciendo de forma totalmente desordenada. Y eso es lo que me está pasando a mi con Los Planetas. Creo que ya hemos hablado de La leyenda del espacio, de Super8 y de Unidad de desplazamiento, el último, el primero, y el quinto disco de este grupo, respectivamente. Hoy voy a hablar del tercero.
Cada disco de este grupo tiene personalidad propia. Mientras los dos primeros tienen un tono más rockero, por decir algo, este tercero deriva casi en lo orquestal. Las letras son exactamente igual de magníficas que siempre, y hablan de lo mismo de siempre, de sus vidas y sus sentimientos. Pero las orquestaciones, con un tono mucho más melódico que de costumbre, son a la vez mucho más potentes que en el resto de sus discos. Casi operísticas, si uno logra escuchar la voz de J. en medio de todo el barullo de melodías y sonidos, se dará cuenta de unas letras sublimes que cantan al amor, y, sobre todo al desamor, a las drogas, a la vida, más o menos licenciosa, de la que hablan todas sus canciones.
Cumpleaños total es probablemente la más famosa, Rock de Luxe nombró La playa como la mejor canción del año, Línea 1 es un canto desesperado a la necesidad de cambio y lo que nos cuesta cambiar, y todo aquel que escuche Segundo premio, independientemente de que guste o no, y no se le remuevan las tripas, es que no tiene sensibilidad. A mi, sin embargo, me encanta La copa de Europa, uno de sus mayores excesos, con el que me siento terriblemente identificado:

"Ahora pienso que no merece la pena,
arriesgarme traerá más problemas.
Así que elijo lo que tengo más cerca.
Por lo menos tendré la certeza de que existo,
de que puedo decidir,
de que elijo por mí,
sólo por mí.
En vez de aceptar lo que viene de fuera.
En lugar de contar lo que queda,
desde ahora hasta el día en que me muera
por lo menos cabrá la sorpresa.
Algo nuevo, algo aún por descubrir,
algo dentro de mí, dentro de mí.
Cuanto tiempo he perdido ahí afuera,
cuánto por descubrir en mi cabeza.
Es tan vasto que da casi pereza.
Casi pienso que no tengo fuerzas para hacerlo
y encontrar dentro de mí algo nuevo."

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