Perdón por el tamaño de la foto, pero no he podido encontrar otra. Curtis Hanson es uno de esos directores a los que parte de la crítica mundial les tiene mucho aprecio, porque a lo largo de 20 años ha hecho tres o cuatro buenas películas. Que el resto haya sido bazofia, no importa.
Pues bien, Malas influencias es una de esas tres o cuatro que le han dado la fama. No es que sea una obra maestra, pero si fue la iniciadora de ese género de thrillers de los 90 que llegaría a su culmen de popularidad con Instinto Básico, aunque esta es bastante mejor película. Si que Hanson consigue realizar una película tensa, estéticamente turbadora (esos juegos de luces y sombras, el tono oscuro general...) y, gracias a un guión del, en general, magnífico David Koepp, redonda en su planteamiento, que, básicamente, intriga y entretiene, que es lo que este tipo de películas debe hacer. Y Rob Lowe nunca estuvo más guapo (por delante y por detrás).
Pues bien, Malas influencias es una de esas tres o cuatro que le han dado la fama. No es que sea una obra maestra, pero si fue la iniciadora de ese género de thrillers de los 90 que llegaría a su culmen de popularidad con Instinto Básico, aunque esta es bastante mejor película. Si que Hanson consigue realizar una película tensa, estéticamente turbadora (esos juegos de luces y sombras, el tono oscuro general...) y, gracias a un guión del, en general, magnífico David Koepp, redonda en su planteamiento, que, básicamente, intriga y entretiene, que es lo que este tipo de películas debe hacer. Y Rob Lowe nunca estuvo más guapo (por delante y por detrás).
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