Estopa a mi me gustan. Y me siguen gustando a pesar de venderse a compañías de videojuegos. Continúan siendo esa mezcla entre canciones de grupos de canis de gasolineras (Los Chichos, Los Cali...) y Extremoduro que tanto me atrapó desde un principio. El primer disco era más flamencoide, tenía un punto graciosillo, pero este segundo es bastante mejor. Luego hicieron una reedición con canciones en vivo sacadas de su maqueta, y un DVD con distintas actuaciones, y lo llamaron Más destrangis. Otro truco publicitario.Pero qué más da.
Las canciones hablan de amor y desamor, tampoco podamos esperarnos nada reivindicativo, ni incursiones en la metafísica, pero lo hacen con un estilo propio, mezclando costumbrismo y cotidianeidad, que nadie ha sido capaz de imitar, y, por supuesto, igualar. Es cierto que los siguientes discos suenan siempre a lo mismo, que no son especialmente redondos, pero yo escucho Vino Tinto y me entran ganas de cantársela a más de uno. Al fin y al cabo, de lo que hablan es de la vida real.
Las canciones hablan de amor y desamor, tampoco podamos esperarnos nada reivindicativo, ni incursiones en la metafísica, pero lo hacen con un estilo propio, mezclando costumbrismo y cotidianeidad, que nadie ha sido capaz de imitar, y, por supuesto, igualar. Es cierto que los siguientes discos suenan siempre a lo mismo, que no son especialmente redondos, pero yo escucho Vino Tinto y me entran ganas de cantársela a más de uno. Al fin y al cabo, de lo que hablan es de la vida real.
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