Y llegamos a la mejor película de Tarantino, la que lo inicia todo y la que sirve de germen para el resto de su filmografía. Falta, quizás, el humor, es una película más de gansters pura que otra cosa, pero la estética y las bases de todo el resto de su cine están aquí. De sólo hora y media de duración, cosa, en el caso del director que nos ocupa, impensable posteriormente (hasta Deathproof), unos actores en estado de gracia que hacen de mafiosos que van a atracar un banco, comienzan discutiendo por el significado del Like a Virgin, de Madonna, y terminan todos como terminan. Tim Roth nunca estuvo tan guapo, y Harvey Keitel tiene que agradecer que el mundo lo recordara gracias a esta soberbia obra.
Aclaro, puede que no sea la mejor, pero a mi me lo parece.
Aclaro, puede que no sea la mejor, pero a mi me lo parece.
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