Últimamente tengo siempre la impresión de que voy a hablar de algo de lo que ya he hablado. Será la misma angustia que inunda mi vida de un tiempo esta parte, pero también es verdad que hoy ni siquiera lo he comprobado. Porque Michael Mann me cae bien, porque creo que es un buen cineasta, y porque Heat me gusta mucho, ya digo que no se si lo dije.
Elaborado como un complicado y falso largometraje de marketing (¡la primera vez que Al Pacino y Robert de Niro compartirían pantalla!¡Juhu!), Mann, igual que hace siempre, trasciende la comercialidad y realiza una película larguísima, bellísima y trepidante sobre dos hombres únicos que viven solos (por más que los acompañe gente), cuyas familias reales se circunscriben al trabajo y que en su soledad se encuentran como enemigos: el policía y el ladrón.
Mann demuestra como rodar en dieciseis milímetros con una planificación como muy pocos además de él saben hacer, y realizar una película convencional y comercial que no es ni lo uno ni lo otro.
Rueda acción como se debe rodar acción (y es que para lograr sensación de movimiento no es necesario ni mover la cámara sin parar ni mucho menos realizar un videoclip carísimo) y nos engaña como a bobos con la supuesta campaña de marketing que finalmente sólo tendría un plano como leit-motiv. Y además realiza una película compleja y emocionante. Casi nada.
Elaborado como un complicado y falso largometraje de marketing (¡la primera vez que Al Pacino y Robert de Niro compartirían pantalla!¡Juhu!), Mann, igual que hace siempre, trasciende la comercialidad y realiza una película larguísima, bellísima y trepidante sobre dos hombres únicos que viven solos (por más que los acompañe gente), cuyas familias reales se circunscriben al trabajo y que en su soledad se encuentran como enemigos: el policía y el ladrón.
Mann demuestra como rodar en dieciseis milímetros con una planificación como muy pocos además de él saben hacer, y realizar una película convencional y comercial que no es ni lo uno ni lo otro.
Rueda acción como se debe rodar acción (y es que para lograr sensación de movimiento no es necesario ni mover la cámara sin parar ni mucho menos realizar un videoclip carísimo) y nos engaña como a bobos con la supuesta campaña de marketing que finalmente sólo tendría un plano como leit-motiv. Y además realiza una película compleja y emocionante. Casi nada.
2 comentarios:
Yo de esta película, que la disfruté en el cine, nunca se me olvidará el tiroteo fantástico en plena calle, en el cine parecía que estaba en medio de las balas, los cristales de los coches que saltaban por los aires... Tengo muy buen recuerdo de esta peli.
Yo no hablo bien de ella... De hecho ni he hablado aún de ella... De hecho no me cae bien el Mann...
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