Era de esperar que hablara de ellos. Estopa, mi grupo español comercial favorito, vuelve a sus orígenes. Se han autoproducido el disco, y han dejado un poco de lado el guitarreo rockeril, a pesar de lo que diga el título, para hacer un disco más rumbero. Es decir, después de los anteriores, vuelven a parecerse más a Los Chichos que a Extremo, si es que alguna vez se parecieron en algo a ambos más allá de las influencias. Por lo demás, es lo mismo de siempre, ritmos bailables con buenas letras que hablan de la calle y de sus gentes. Y se acabó. Pero es que a estos les pasa como a Rosendo. Siguen demostrando que son grandes (aunque no tanto, que hay clases para todo). Y además estos cada vez están más guapos.
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