Si no hubiera sido por la espléndida película de Burton, la figura de Ed Wood, calificado en su momento como el peor director de cine de la historia (obviamente por alguien que no sabía que algún día existirían Roland Emmerich o Michael Bay, y sólo cito dos...) hubiera quedado en el olvido para siempre jamás.
Gracias al biopic, Ed Wood se convirtió en una especie de ídolo freaky por aquello que algunos llamaban "demasiada pasión por lo suyo" y que llevaba a la construcción de películas como la que hoy nos ocupa.
Glen or Glenda tiene dos virtudes fundamentales (y casi que únicas). La primera es hablar y normalizar un tema como la transexualidad a principios de la década de los cincuenta. La segunda es ser (como todo el cine de Wood) precursor inconsciente del underground y del Arte y Ensayo.
Más allá de eso, Glen or Glenda es un despropósito que narra en tono documental la historia de un travestido masculino y heterosexual y alguna otra más de las mismas características sin que haya mucho sentido, y acompañado por imágenes de Bela Lugosi verbalizando frases de contenido poco entendible.
Curiosa sobre todo, y arriesgada en grado sumo, aunque sea por aquello de la historia y porque no es demasiado larga, quizá haya que verla. Aunque quizá no.
Gracias al biopic, Ed Wood se convirtió en una especie de ídolo freaky por aquello que algunos llamaban "demasiada pasión por lo suyo" y que llevaba a la construcción de películas como la que hoy nos ocupa.
Glen or Glenda tiene dos virtudes fundamentales (y casi que únicas). La primera es hablar y normalizar un tema como la transexualidad a principios de la década de los cincuenta. La segunda es ser (como todo el cine de Wood) precursor inconsciente del underground y del Arte y Ensayo.
Más allá de eso, Glen or Glenda es un despropósito que narra en tono documental la historia de un travestido masculino y heterosexual y alguna otra más de las mismas características sin que haya mucho sentido, y acompañado por imágenes de Bela Lugosi verbalizando frases de contenido poco entendible.
Curiosa sobre todo, y arriesgada en grado sumo, aunque sea por aquello de la historia y porque no es demasiado larga, quizá haya que verla. Aunque quizá no.
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