Me queda todavía la mitad de la serie (va por la sexta temporada), pero hace tiempo que quiero hablar sobre ella. Entourage es un ejemplo de cómo se puede hacer una comedia relativamente blanca dejando sin embargo por los suelos a toda la industria cinematográfica y televisiva norteamericana.
El séquito del proyecto de estrella Vincent Chase, compuesto por su pragmático amigo (y posterior mánager) Eric, su hermano Johnny Chase (también conocido como Drama, actor de segunda con épocas mejores), Turtle, el chico para todo, y Ari Gold, representante y mediador, resulta una crónica de la difícil vida laboral de un gremio en el que se pide todo y al que poco se concede, pero cuyos beneficios son buscados por todos los actores con ansias de fama a pesar de lo que conlleve.
En el caso de Chase, sin embargo, las cosas no suelen salir mal, en un alarde de optimismo que no suele ser habitual en series de estas características pero que no va mal cuando nos empezamos a saturar de tanto drama sobre la amargada existencia de los que se dedican al show bussines.
Entourage es una comedia divertidísima, condescendiente con la vida de sus personajes pero no con el mundo que retratan, y en la que se mezclan diálogos ingeniosos con personajes encantadores a pesar de sus múltiples defectos. Si no, que nos expliquen por qué cae tan bien Shauna, la tiránica jefa de prensa interpretada por la sugerente Debi Mazar (ni de ella ni de sus ojos sabíamos nada desde hacía años) o el falso Ari (papel que a Jeremy Piven le ha valido varios Emmys).
Deslenguada, ágil, divertida, cabrona... sorprende ante una propuesta así tener como productor ejecutivo a Mark Whalberg, pero aún más que pesos pesados de la industria se atrevan a realizar papeles mordiendo la mano de quién les da de comer (e incluso a James Cameron haciendo chistes sobre Titanic). Imprescindible.
El séquito del proyecto de estrella Vincent Chase, compuesto por su pragmático amigo (y posterior mánager) Eric, su hermano Johnny Chase (también conocido como Drama, actor de segunda con épocas mejores), Turtle, el chico para todo, y Ari Gold, representante y mediador, resulta una crónica de la difícil vida laboral de un gremio en el que se pide todo y al que poco se concede, pero cuyos beneficios son buscados por todos los actores con ansias de fama a pesar de lo que conlleve.
En el caso de Chase, sin embargo, las cosas no suelen salir mal, en un alarde de optimismo que no suele ser habitual en series de estas características pero que no va mal cuando nos empezamos a saturar de tanto drama sobre la amargada existencia de los que se dedican al show bussines.
Entourage es una comedia divertidísima, condescendiente con la vida de sus personajes pero no con el mundo que retratan, y en la que se mezclan diálogos ingeniosos con personajes encantadores a pesar de sus múltiples defectos. Si no, que nos expliquen por qué cae tan bien Shauna, la tiránica jefa de prensa interpretada por la sugerente Debi Mazar (ni de ella ni de sus ojos sabíamos nada desde hacía años) o el falso Ari (papel que a Jeremy Piven le ha valido varios Emmys).
Deslenguada, ágil, divertida, cabrona... sorprende ante una propuesta así tener como productor ejecutivo a Mark Whalberg, pero aún más que pesos pesados de la industria se atrevan a realizar papeles mordiendo la mano de quién les da de comer (e incluso a James Cameron haciendo chistes sobre Titanic). Imprescindible.
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