Dentro de la serie B hay grandes obras, y una de ellas es de la que nos ocuparemos esta noche. I walked with a Zombie es una inquietante y preciosa historia de zombies ambientada en una isla del Caribe donde Tourneur, con exquisito gusto, nos narra una historia sencilla de terror que aúna vudú y muertos vivientes y que destila un cierto aire poético casi naif que no hace más que fascinar.
Deliciosamente kitsch (dentro de lo kitsch que puede ser una película de terror), Tourneur realiza un ejercicio de estilo nada condescendiente, consiguiendo una bellísima, tenebrosa y emocionante película que se sustenta, además de en su trabajo de dirección, en unos estupendos actores y una preciosa fotografía.
En realidad no se que más decir de ella, así que les dejaré tiempo para que la revisen.
Deliciosamente kitsch (dentro de lo kitsch que puede ser una película de terror), Tourneur realiza un ejercicio de estilo nada condescendiente, consiguiendo una bellísima, tenebrosa y emocionante película que se sustenta, además de en su trabajo de dirección, en unos estupendos actores y una preciosa fotografía.
En realidad no se que más decir de ella, así que les dejaré tiempo para que la revisen.
3 comentarios:
Esta película me encanta. Cuidadín con el negro Carrefour.
Es oscura, turbadora, psicodélica... como si a Lynch lo hubiesen teletransportado a los años cuarenta. Por cierto, interesantísimo el último suplemento de Cahiers, dedicado por completo al director portugués Pedro Costa y donde se exploran las conexiones de sus frescos de realidad "caboverdianos" con la obra maestra de Tourneur; aparte de un extensa entrevista con el director de origen francés donde se mostraba como un trabajador al servicio del estudio, nunca como un artista.
Yo es que a las revistas de cine les tengo un poco de tirria... pero haré caso.
Intentaré tener cuidado, Josito, gracias por el aviso.
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