lunes, 1 de junio de 2009

Attack of the killer tomatoes

Attack of the killer tomatoes (John de Bello, 1978)


Comencemos por lo obvio. Esta película es muy mala, cinematográficamente hablando, y no voy a ser yo el que diga lo contrario. Pero, y dado que creé una sección para poner verde lo que me pareciera, me veo en la obligación moral de explicar por qué voy a defenderla en lugar de atacarla, y se resume todo en una sencilla premisa: será mala, pero es que no pretende otra cosa.
Lo que da pena de Attack of the killer tomatoes es imaginarse qué hubiera sido de la delirante trama si en vez de realizarla con afán de parodia clara, se hubiera hecho "en serio" y con más medios. Probablemente estuviéramos ante una de las grandes comedias de los setenta.
Y es que la fábula de ataque a la humanidad por parte de unos tomates mutantes contiene muchas ideas colosales. La dificultad con la que se encuentra su director y guionista es no saber cuando parar, consiguiendo que los gags dejen de tener gracia y llevando al ridículo lo que podría haber resultado soberbio. Un ejemplo lo tenemos en la fascinante escena de la reunión de los expertos en una sala donde no cabe nada, teniendo todos que pasar por encima de la mesa para conseguir sentarse en alguna silla. Al inicio de la escena se explica que no ha sido posible conseguir un sitio más grande, y todos los generales y médicos van aposentándose como pueden donde pueden, logrando una escena descacharrante. Pero en vez de parar ahí, de Bello hace que sus personajes sigan levantándose y sentándose cruzando la mesa por encima para que la escena termine perdiendo toda la gracia.


Como esa, estira demasiado los gags en otras tantas, pero hay que reconocer que los hallazgos son también bastantes, comenzando por la misma trama y esa primera advertencia acerca de la necesidad de tomarse en serio lo que se nos cuenta, tomando The birds como referencia. Memorables son también algunos de los episodios de los tomates, el del periodista que retiene a una mujer cuyo marido ha desaparecido para poder hacer una entrevista donde lo da por muerto y le pregunta a ella si se va a volver a casar, y ese final con las zanahorias amenazando.
Referencias publicitarias múltiples sirven como uno de los ataques a la publicidad, pero no salen bien parados tampoco los medios de comunicación, los políticos, el ejército... de Bello carga con una artillería pesada que en momentos da frutos espléndidos, por más que el resultado global no pase de la serie B, de lo puro paródico vago (más por la incoherencia que por otra cosa) y el conjunto termine siendo malo con avaricia. Pero aún así, lo bueno es muy bueno.
¿Queda claro por qué hay que perder hora y media viéndola?


2 comentarios:

dvd dijo...

No la he visto. Pero está localizable, así que caerá. Me recuerda a las locuras de Ed Wood...

Groupiedej dijo...

Hombre, no llega a tanto. esto tiene algo más de sentido, quizá ahí es donde pierde gracia