El mismo año en el que el director mexicano recibía la Concha de Oro en San Sebastián por La perdición de los hombres, veía la luz esta reconocida y terrible versión de la ya de por si terrible historia de Medea, esa bruja abandonada por Jason en favor de Creúsa/Glauca que, como venganza hacia Jason, no duda en sacrificar a sus propios hijos para terminar de distintas maneras según la versión del mito.
Ripstein rebaja el nivel épico de la tragedia griega, convirtiendo al héroe y la bruja en un boxeador y una partera experta en remedios naturales, y Corinto en una comunidad de vecinos, que reflejará como en todas las historias de Ripstein la vida de los desposeidos de su país sin olvidar el carácter fantástico de la obra, y elementos de tal índole aparecen en la opresiva seudociudad donde se desarrolla la historia, como una mezcla de fenómenos imaginarios y hechos extraños.
Todo ello, de la mano del excelente guión co-escrito con su esposa, Paz Alicia Garciadiego, ayuda a filmar una película durísima y espléndida, llena de los habituales planos-secuencia larguísimos a los que el director acostumbra y que, en este caso, además sirven como perfecto elemento narrativo visto el origen teatral de la historia.
Lo que aporta quizá Así es la vida a la archiconocida historia es su visión del mundo donde se desarrolla, un mundo en sí tan inmoral que llegamos a comprender a Julia (la Medea de Ripstein), que no conseguimos terminar de culparla punitivamente por sus crímenes, que nos podemos hasta alegrar de que se vaya de ese reino donde ya no es bien recibida. Y es que en realidad en esta película, como en la vida en si, los malos no siempre son los que lo parecen.
Ripstein rebaja el nivel épico de la tragedia griega, convirtiendo al héroe y la bruja en un boxeador y una partera experta en remedios naturales, y Corinto en una comunidad de vecinos, que reflejará como en todas las historias de Ripstein la vida de los desposeidos de su país sin olvidar el carácter fantástico de la obra, y elementos de tal índole aparecen en la opresiva seudociudad donde se desarrolla la historia, como una mezcla de fenómenos imaginarios y hechos extraños.
Todo ello, de la mano del excelente guión co-escrito con su esposa, Paz Alicia Garciadiego, ayuda a filmar una película durísima y espléndida, llena de los habituales planos-secuencia larguísimos a los que el director acostumbra y que, en este caso, además sirven como perfecto elemento narrativo visto el origen teatral de la historia.
Lo que aporta quizá Así es la vida a la archiconocida historia es su visión del mundo donde se desarrolla, un mundo en sí tan inmoral que llegamos a comprender a Julia (la Medea de Ripstein), que no conseguimos terminar de culparla punitivamente por sus crímenes, que nos podemos hasta alegrar de que se vaya de ese reino donde ya no es bien recibida. Y es que en realidad en esta película, como en la vida en si, los malos no siempre son los que lo parecen.
3 comentarios:
Hola....
Vengo de con Justo, mi gran amigo... me llamó la atención tu entrada, no es común, al menos no para mi que alguien se ocupe de nuestro genio maldito, yo lo adoro, pero siento que es bastante incomprendido, al menos aqui en mi pais, su culto cada día merma mas.
Si te gusto este título, te recomiendo toda su filmografía, entre mis favoritas están, El lugar sin límites, Cadena Perpetua, Principio y Fin, Profundo Carmesí y El imperio de la fortuna.
Saludos, y mucho gusto.
2046
En realidad me acordé de que hacía tiempo que no veía nada de Ripstein y de lo mucho que me gustó esta película por casualidad. Tendré que repasar, porque desconozco gran parte de su filmografía, aunque entre mis preferidas, aparte de esta, siempre estará El evangelio de las maravillas.
Y gracias por la visita y las recomendaciones.
Con todo gusto, si algo te hace falta y se te dificulta conseguir, ni lo dudes tantito en mencionarmelo.
Saludos
2046
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