Ya he dicho millones de veces que los caminos de mi cerebro son inexcrutables y no se exactamente por qué llevo unos días recordando esta película, que hace bastante que no veo. No se si eso me llevará a ser más iluso de lo habitual, pero mantengo en mi cabeza una idea bastante positiva de esta película, y explicaré por qué.
Acostumbrados a un cine argentino fundamentalmente melodramático (aunque a veces se disfrace de comedia) y con verborreas verbales que ni los franceses, Nueve reinas sorprende por ser un ejercicio de estilo realizado con mucho idem y, ante todo, mucha contención.
Diálogos justos, acción necesaria y muchos giros de guión que van a lo siguiente que llama la atención de esta película: la sorpresa. En realidad podemos imaginar desde el principio, cuando nos encontramos con los estafadores protagonistas, que nada va a ser lo que parece, pero aún así no deja de fascinar lo bien que maneja las situaciones Bielinsky para darnos varios golpes de gracia finales, apoyados por unos actores soberbios (incluyendo una Leticia Bredice que a mi nunca me dijo mucho) y un magnífico guión.
Quizá no aporte nada nuevo, es difícil hacerlo en el género policiaco, pero es muy digna y, sobre todo (cosa que también me sorprende del cine argentino) muy, muy divertida, y sin entrar en pedanterías.
Diálogos justos, acción necesaria y muchos giros de guión que van a lo siguiente que llama la atención de esta película: la sorpresa. En realidad podemos imaginar desde el principio, cuando nos encontramos con los estafadores protagonistas, que nada va a ser lo que parece, pero aún así no deja de fascinar lo bien que maneja las situaciones Bielinsky para darnos varios golpes de gracia finales, apoyados por unos actores soberbios (incluyendo una Leticia Bredice que a mi nunca me dijo mucho) y un magnífico guión.
Quizá no aporte nada nuevo, es difícil hacerlo en el género policiaco, pero es muy digna y, sobre todo (cosa que también me sorprende del cine argentino) muy, muy divertida, y sin entrar en pedanterías.
P.D.: y perdón a los argentinos, de verdad que lo digo sin acritud.