Lo siento por los adoradores de Match Point, pero estoy absolutamente convencido de que esta es la última gran película que ha hecho hasta el momento el gran maestro Allen. Lo siento también por los que esperarían algo más de variedad en el blog, pero llevo queriendo hablar de ella tiempo, y se puede esperar lo que se puede esperar... hasta que ya no se aguanta más.
Desmontando a Harry es una estupenda película, ejercicio de estudio metacinematográfico y metalingüístico como pocas veces ha realizado Allen, divertidísimo y complejísimo de principio a fin. Su premisa original se desvela al final del film, pero es la que nosotros seremos capaces de observar durante todo el metraje, la vida de un hombre contada en retazos mediante sus propias experiencias vitales que va tergiversando en sus propias novelas y que se va hilando mediante saltos temporales según sus propios encuentros con otros personajes que lo ayudan a analizarse.
Todo ello además sirve a Allen para realizar una de sus comedias más descacharrantes, llena de personajes desquiciados hasta la exageración (son impagables las interpretaciones de Kirstie Alley y Judie Davis) e historias rocambolescas y juegos oniroides y metafóricos sacados de tanta y tanta experiencia entre diván y diván.
Los diálogos son ingeniosos como pocas veces y el ritmo de la comedia no decae en ningún momento. Y esa road movie que lleva a Harry (Allen) al homenaje a la universidad de la que le expulsaron por realizar prácticas sexuales "dudosas" con la mujer del decano acompañado de su hijo secuestrado, la puta Cookie, y el cadáver de su amigo al que el médico el día anterior le había dicho que estaba como un toro es absolutamente delicioso. Como el ascensor que baja a los infiernos. Como todo el resto.
Por supuesto, y por si alguien tenía alguna duda, la frase de esta semana, y la de muchas otras más, saldrán de aquí. Por lo que no me extenderé mucho más. Vais a escuchar hablar mucho de ella en este blog.
Desmontando a Harry es una estupenda película, ejercicio de estudio metacinematográfico y metalingüístico como pocas veces ha realizado Allen, divertidísimo y complejísimo de principio a fin. Su premisa original se desvela al final del film, pero es la que nosotros seremos capaces de observar durante todo el metraje, la vida de un hombre contada en retazos mediante sus propias experiencias vitales que va tergiversando en sus propias novelas y que se va hilando mediante saltos temporales según sus propios encuentros con otros personajes que lo ayudan a analizarse.
Todo ello además sirve a Allen para realizar una de sus comedias más descacharrantes, llena de personajes desquiciados hasta la exageración (son impagables las interpretaciones de Kirstie Alley y Judie Davis) e historias rocambolescas y juegos oniroides y metafóricos sacados de tanta y tanta experiencia entre diván y diván.
Los diálogos son ingeniosos como pocas veces y el ritmo de la comedia no decae en ningún momento. Y esa road movie que lleva a Harry (Allen) al homenaje a la universidad de la que le expulsaron por realizar prácticas sexuales "dudosas" con la mujer del decano acompañado de su hijo secuestrado, la puta Cookie, y el cadáver de su amigo al que el médico el día anterior le había dicho que estaba como un toro es absolutamente delicioso. Como el ascensor que baja a los infiernos. Como todo el resto.
Por supuesto, y por si alguien tenía alguna duda, la frase de esta semana, y la de muchas otras más, saldrán de aquí. Por lo que no me extenderé mucho más. Vais a escuchar hablar mucho de ella en este blog.
4 comentarios:
Querido, admirado y amado RFP
A veces pienso que puedes llegar a leer mis pensamientos cinematográficos más oscuros. Me explico. No me gustan las películas en las que sale el propio Woody Allen..y plaff!!! adoro Match Point con todo mi ser. Me encanta esa película, juega con las pasiones ocultas y las caritas inocentes.
En fin, que Desmontando a Harry me parece una peli muy ingeniosa, me reí un montón, pero me gusta más Match point.
Espero que sigas leyendo mis pensamioenntos cinéfilos, admirado RFP.
Un beso.
No esoy contigo en eso de "la última gran película...", pero estoy de acuerdo en que es colosal.
Nadie es perfecto, que diría el otro. Ni siquiera Allen.
Adoro a Cookie, quiero una así por Reyes.
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