En espera de que se publique su nuevo disco, Morrisey saca un recopilatorio con sus supuestas mejores canciones de su carrera en solitario. Y digo supuestas porque los fans no están muy de acuerdo.
Yo, como no soy fan, no puedo opinar en este sentido. Para mi Morrisey había sido el cantante de The Smiths, un grupo que yo tenía dentro de mis olvidados mitos ya que me pillaron en plena infancia (cuando se separaron no llegaba a diez años), hasta que a principios del siglo XXI la Mtv comenzó de nuevo a exponerlo a las masas a raíz de no se qué disco. A mi es un personaje que no me cae especialmente simpático, motivo fundamental de mi pasotismo respecto a todo lo que haga, pero tengo que reconocer que su música me gusta, y mucho, por lo que sabía que en algún momento tendría que hacer lo que he hecho: comprarme un disco suyo. En realidad que haya sido este y no otro tuvo más que ver porque me lo encontré en pleno ataque consumista que con cualquier otra cosa. Pero hubiera valido cualquiera, porque para mi sigue siendo el cantante de los Smiths, y me explico.
Morrisey tiene una voz característica y única, un timbre específico, imitable si queremos, pero que sólo le pertenece a él, y que hacen que en todo proyecto que pueda participar él resalte más que nadie. Quizá por eso resulte tan diva, que lo es, pero escuchar este disco es como volver a escuchar a los Smiths, por mucho que los fans, que los tiene y muchos, me pongan verde. Porque musicalmente no parece que haya evolucionado demasiado. O puede ser que esa voz, esa forma de declinar las canciones que tiene Morrisey, lo envuelva todo tanto que hasta la música se difumine. No lo se, pero mi sensación, escuchado el disco un par de veces, es esa.
El disco recorre algunas de sus canciones desde el comienzo de su andadura en solitario (1988) hasta su último disco (2006) e incluye dos temas inéditos que, por lo visto, salieron como singles (lo que me hace darme cuenta de que escucho demasiado poco la radio, porque no tenía ni idea). La edición especial además trae un concierto en directo en Hollywood Bowl, bajo el título "your arse an'all". No estoy yo aquí para dedicarme a hacer chistes sexuales, pero si tenemos en cuenta la fonética y el aspecto de sus músicos en la foto que viene en el interior (alguno de ellos bastante inspirador)... en fin... que no voy a hacer chistes.
Suena magníficamente bien, no voy a mentir, y como introducción para los que lo olvidamos lo volvamos a recuperar es estupendo, porque da lo que queremos a los que nos gustaba antes y lo habíamos desterrado al ostracismo. Con lo que pondré en marcha la máquina... y tendré que comenzar a escuchar todos los discos anteriores para poder opinar.
Yo, como no soy fan, no puedo opinar en este sentido. Para mi Morrisey había sido el cantante de The Smiths, un grupo que yo tenía dentro de mis olvidados mitos ya que me pillaron en plena infancia (cuando se separaron no llegaba a diez años), hasta que a principios del siglo XXI la Mtv comenzó de nuevo a exponerlo a las masas a raíz de no se qué disco. A mi es un personaje que no me cae especialmente simpático, motivo fundamental de mi pasotismo respecto a todo lo que haga, pero tengo que reconocer que su música me gusta, y mucho, por lo que sabía que en algún momento tendría que hacer lo que he hecho: comprarme un disco suyo. En realidad que haya sido este y no otro tuvo más que ver porque me lo encontré en pleno ataque consumista que con cualquier otra cosa. Pero hubiera valido cualquiera, porque para mi sigue siendo el cantante de los Smiths, y me explico.
Morrisey tiene una voz característica y única, un timbre específico, imitable si queremos, pero que sólo le pertenece a él, y que hacen que en todo proyecto que pueda participar él resalte más que nadie. Quizá por eso resulte tan diva, que lo es, pero escuchar este disco es como volver a escuchar a los Smiths, por mucho que los fans, que los tiene y muchos, me pongan verde. Porque musicalmente no parece que haya evolucionado demasiado. O puede ser que esa voz, esa forma de declinar las canciones que tiene Morrisey, lo envuelva todo tanto que hasta la música se difumine. No lo se, pero mi sensación, escuchado el disco un par de veces, es esa.
El disco recorre algunas de sus canciones desde el comienzo de su andadura en solitario (1988) hasta su último disco (2006) e incluye dos temas inéditos que, por lo visto, salieron como singles (lo que me hace darme cuenta de que escucho demasiado poco la radio, porque no tenía ni idea). La edición especial además trae un concierto en directo en Hollywood Bowl, bajo el título "your arse an'all". No estoy yo aquí para dedicarme a hacer chistes sexuales, pero si tenemos en cuenta la fonética y el aspecto de sus músicos en la foto que viene en el interior (alguno de ellos bastante inspirador)... en fin... que no voy a hacer chistes.
Suena magníficamente bien, no voy a mentir, y como introducción para los que lo olvidamos lo volvamos a recuperar es estupendo, porque da lo que queremos a los que nos gustaba antes y lo habíamos desterrado al ostracismo. Con lo que pondré en marcha la máquina... y tendré que comenzar a escuchar todos los discos anteriores para poder opinar.
2 comentarios:
Es verdad que cae gordete...pero su música merece la pena, tú lo defines bien. Aunque pueda parecer monótona, cada entrega está cargada de matices.
Vi a los Smiths en unas fiestas de San Isidro, en el madrileño Parque del Oeste, pero no les presté mucha atención.. en realidad apenas los había descubierto.. luego me he acordado muchas veces: ¡cómo es posible que no les hiciera caso!
Pa matarte. Pero bueno, todos cometemos errores...
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