Juegos salvajes es un divertimento. Es una historia de asesinatos donde nunca nada es lo que parece, y los giros de guión amenazan con ser infinitos, y de hecho lo serían si no fuera porque la cinta tiene que durar un tiempo limitado. Estupenda película, llena de sensualidad y/o sexualidad, donde nadie es bueno, ni malo, ni todo lo contrario. Del primero al último de los personajes que aparecen son turbios, esconden muchas cosas, y tienen mucho que ganar y que perder. Y a todo el mundo le gusta mucho tocar las pelotas del prójimo, en forma de golpes de humor que demuestran que ni el mismo director se toma en serio la trama. No quiero contar nada porque lo estropearía, pero la escena de los créditos donde se desvela todo es divertidísima. Un plus para los que gusten, aparte de otras partes de carne, podreis ver las enormes tetas siliconadas de Denisse Richards, y a Kevin Bacon en forma de desnudo integral (qué bien se conservaba este hombre para los cuarenta y tantos que tenía entonces). Ya puestos a ser calenturientos...
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