La cosa es que este blog se estaba convirtiendo en demasiado cinematográfico, y no era la idea. Así que me decidí a postear algunas de las últimas adquisiciones discográficas... y lo estoy convirtiendo en monográfico...
Decía que esto iba de voces... tercer ejemplo, Buika. Como Morrisey o Simone, lo realmente fascinante de Buika es su voz, esa forma de cantar que sólo tiene ella, en parte por la rotura de su voz (lo que en términos menos intelectuales se llama voz de cazallera), y en parte porque imprime un toque especial a lo que canta.
Este es su segundo disco, y, para comenzar, volvemos a poder escuchar una preciosa versión de La bien pagá, esta vez en términos de jazz latino, términos en los que se desarrolla todo el disco, ese jazz latino que puso de moda Trueba con su Calle 54, que luego llegó a lo más alto con Lágrimas negras, y que ahora se ha puesto tan de moda que todo el que quiere parecer elegante lo lleva a gala. Quizá es ese el único pero que se le puede poner al disco. Suena bien, las canciones son románticas sin ser pegajosas, las versiones son buenas (tanto La bien pagá, como La niña de fuego como Volver, volver)... pero suena (y perdón por las reiteraciones) a más de lo mismo. Lo cual no tiene por qué ser malo... pero a lo mejor tampoco es tan bueno. Porque como sigamos así, vamos a acabar cansándonos.
Decía que esto iba de voces... tercer ejemplo, Buika. Como Morrisey o Simone, lo realmente fascinante de Buika es su voz, esa forma de cantar que sólo tiene ella, en parte por la rotura de su voz (lo que en términos menos intelectuales se llama voz de cazallera), y en parte porque imprime un toque especial a lo que canta.
Este es su segundo disco, y, para comenzar, volvemos a poder escuchar una preciosa versión de La bien pagá, esta vez en términos de jazz latino, términos en los que se desarrolla todo el disco, ese jazz latino que puso de moda Trueba con su Calle 54, que luego llegó a lo más alto con Lágrimas negras, y que ahora se ha puesto tan de moda que todo el que quiere parecer elegante lo lleva a gala. Quizá es ese el único pero que se le puede poner al disco. Suena bien, las canciones son románticas sin ser pegajosas, las versiones son buenas (tanto La bien pagá, como La niña de fuego como Volver, volver)... pero suena (y perdón por las reiteraciones) a más de lo mismo. Lo cual no tiene por qué ser malo... pero a lo mejor tampoco es tan bueno. Porque como sigamos así, vamos a acabar cansándonos.
3 comentarios:
Pues está fenomenal que combines lo cinematográfico con lo musical... A mí por lo menos me va a venir bien ya que tengo un poco abandonado lo musical... Nuevas recomendaciones me vendrá muy bien para descubrir nuevas músicas. Por cierto, Nina Simone siempre me gustó. Es genial.
Increible la voz de buika es una gran artista... sus canciones son impresionantes... me encanto tu entrada..
saludos
Ricardo: encantado de servir de algo.
Natalia: Encantado de que pases por aquí, y que te haya gustado lo que escribí.
Un saludo a ambos.
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