Me he resistido suficiente tiempo a hablar de esta película. Pero llegó el momento, aunque no tengo demasiado claro qué es lo que quiero decir de ella. Y no por lo complejo de la película, que lo es y mucho, sino por lo compleja que ha sido mi relación con este film.
La primera vez que la vi fue en versión original con subtítulos en inglés y no me enteré de nada más allá de los sentimientos que afloraban, pero me fascinó lo estético y lo poético. Posteriormente la he visto ya subtitulada en inglés e incluso doblada (que pierde bastante), y continúa ejerciendo sobre mi persona una atracción que me permite no poder apartar la vista de la pantalla durante toda la duración del metraje. Y, una vez superada la estética, conseguí enterarme de todo... o casi. La habré visto como catorce veces y aun así, cada vez sigo dándome cuenta de algo que no había visto antes.
Desde el uso del lenguaje cinematográfico, ese que permite a su director difuminar la cara de los esposos infieles que fuerzan el que sus parejas, Maggie Cheung y el gran Tony Leung, en busca de companía, terminen sufriendo una de las historias de amor más tristes y hermosas que he visto en el cine, el lenguaje del cuerpo, el lenguaje hablado, el lenguaje musical, el lenguaje visual... en realidad no se qué es lo que más me gusta. Y puede que sea ese regusto amargo que deja. Y la canción principal, esa que sirvió para un anuncio de Golf, años después. Y los vestidos de la Cheung, y los boleros de Nat King Cole en español, y el uso del role-playing, y la escena en la que Cheung se lanza a los brazos de Leung en uno de esos role-playing, y la angustiosa situación en Singapur... y la pena, esa que nos llega por no hacer a veces lo que deseamos, sino lo que debemos...
Seres solitarios, vecinos que se encuentran, que desean amar, ser amados y comprender el amor, y que comienzan un estudio sobre como sus respectivas parejas habrán podido llegar a enamorarse y desenamorarse de ellos... que los lleva al amor, mientras los amantes iniciadores terminan no se sabe muy bien cómo. Un estudio sobre el amor y el dolor que ese amor puede producir, y que ellos mismos sufren en sus propias carnes, mientras se preguntan cómo pudo pasar.
Por cierto, por si no ha quedado suficientemente claro, esto si se asemeja bastante a una obra maestra.
Desde el uso del lenguaje cinematográfico, ese que permite a su director difuminar la cara de los esposos infieles que fuerzan el que sus parejas, Maggie Cheung y el gran Tony Leung, en busca de companía, terminen sufriendo una de las historias de amor más tristes y hermosas que he visto en el cine, el lenguaje del cuerpo, el lenguaje hablado, el lenguaje musical, el lenguaje visual... en realidad no se qué es lo que más me gusta. Y puede que sea ese regusto amargo que deja. Y la canción principal, esa que sirvió para un anuncio de Golf, años después. Y los vestidos de la Cheung, y los boleros de Nat King Cole en español, y el uso del role-playing, y la escena en la que Cheung se lanza a los brazos de Leung en uno de esos role-playing, y la angustiosa situación en Singapur... y la pena, esa que nos llega por no hacer a veces lo que deseamos, sino lo que debemos...
Seres solitarios, vecinos que se encuentran, que desean amar, ser amados y comprender el amor, y que comienzan un estudio sobre como sus respectivas parejas habrán podido llegar a enamorarse y desenamorarse de ellos... que los lleva al amor, mientras los amantes iniciadores terminan no se sabe muy bien cómo. Un estudio sobre el amor y el dolor que ese amor puede producir, y que ellos mismos sufren en sus propias carnes, mientras se preguntan cómo pudo pasar.
Por cierto, por si no ha quedado suficientemente claro, esto si se asemeja bastante a una obra maestra.
2 comentarios:
¡Por fin te decidiste!
Te ha quedado muy sugerente, tanto que me decidiré a revisarla; creo que cuando la vi era yo quien no tenía el "mood" adecuado, y mira que me gusta Wong Kar Wai, pero no me llegó a subyugar como os ha pasado a muchos con esta película -ayer sin ir más lejos un amigo me puso en su casa uno de los temas centrales, instrumental, que creo suena tb en 2046, y me estuvo haciendo una loa apasionada, porque para él es sin duda tb lo mejor de este director..-.
Wong Kar Wai es uno de los directores más modernos -dicho sea en el buen sentido de la palabra- de la actualidad; sus imágenes nos llegan, muchas veces, al alma. Es arrebatador.
Un abrazo
De acuerdo, y si, esta peli me fascina, más cuando más la veo.
2046 la tengo pendiente, porque como se supone que es "continuación" no quiero que me arruine la experiencia, o que incluso me guste más. Pero a ver si la veo pronto, que le tengo ganas.
Saludos.
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