Hacía mucho que no escuchaba este disco, y la idea de ponerlo viene fundamentalmente por homenajear a una grandísima canción que es Después ("Después del humo negro, hay que ser valiente y despertar, y vivir, como vive la gente, hay que ser valiente, amigo, yo tengo que volar"). Los delinqüentes era un grupo que seguíamos no demasiada gente (a pesar de que A la luz del lorenzo, perteneciente a su primer disco, El sentimiento garrapatero que nos trae las flores, sonó bastante en su momento), y que se volvieron famosos con esta canción perteneciente a este tercer disco, posterior al fallecimiento de su cantante inicial (al que, supongo, va dedicada esta canción), Miguel Ángel Benítez. Es verdad que Benítez, con su voz rota, daba un punto más canalla a un repertorio canalla de por si. Pero este disco es muy bueno, digan los fans antiguos lo que digan, que lo dicen. Y esta canción es grande, y probablemente lo mejor que haya grabado Bebe nunca.
Describir a Los delinqüentes no es fácil, mezclan flamenco con ritmos morunos, roqueros, funky... y sus letras definen un tipo de vida canalla y nada complaciente con el mundo que les rodea, todo ello con mucho sentido del humor, y con cierto tono melancólico en ocasiones. Memorables, de este disco, son La primavera trompetera, El abuelo Frederick, y la ya citada Después, por poner un ejemplo. En realidad, todo lo que diga de ellos sobra, son otros que hay que escuchar y decidir si gustan o no. A mi si.
Describir a Los delinqüentes no es fácil, mezclan flamenco con ritmos morunos, roqueros, funky... y sus letras definen un tipo de vida canalla y nada complaciente con el mundo que les rodea, todo ello con mucho sentido del humor, y con cierto tono melancólico en ocasiones. Memorables, de este disco, son La primavera trompetera, El abuelo Frederick, y la ya citada Después, por poner un ejemplo. En realidad, todo lo que diga de ellos sobra, son otros que hay que escuchar y decidir si gustan o no. A mi si.
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