La escena inicial, en la que el figurante indio interpretado por Peter Sellers no para de tocar la trompetilla a pesar de estar siendo tiroteado y más que tiroteado hasta por el productor, no es más que el inicio de una de las comedias míticas de la industria hollywoodiense. El equivoco logra que a este figurante al que nadie quiere lo inviten a una fiesta, el guateque del título, con toda la alta burguesía de la industria del cine, donde él jugará a ser un torpe sin freno, ocasionando todo tipo de despropósitos que conseguirán convertirlo, de nuevo, en el hombre más odiado del lugar. Edwards se inspira en Charlot y todos esos actores mudos, que, como no podían hablar, se dedicaban a hace humor con las situaciones, y, en un plus, utiliza las diferencias idiomáticas para jugar con las expresiones y realizar chistes lingüísticos de gran eficacia. Todo ello ayudado por un Peter Sellers que está tremendo, así como era él. Una delicia.
3 comentarios:
Precisamente el otro día haciendo zapping me encontré con esta peli, vi sólo una escena, pero me pareció muy graciosa. La quité porque prefiero verla desde el principio, me has recordado que la tengo pendiente.
Saludos.
Muy bien, así me gusta, que hagais los deberes, jeje.
Yo creo que no te vas a arrepentir. A mi me has recordado que tengo que pasarme por tu blog, que hace días que no me paso.
Saludos.
Enhorabuena, en apenas 15 líneas has sabido transmitir la esencia genial de esta peli, que en mi opinión, roza la obra maestra. Entretenida desde el minuto 1, genera muchas risas... Un saludo!
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