En realidad este disco, medio disco, más bien, por su corta duración, parecía más editado deprisa y corriendo dado el relativo éxito del anterior, pero que, o bien era para muy fans, o dados los pobres resultados en comparación, se decidieron a no publicitarlo demasiado en todo caso. Yo, por ejemplo, tardé un año en descubrir que existía, por más que había escuchado algo de su edición. Ocho canciones breves, cuando no directamente mínimas, componían esas siete y media que dejaban bastante frío después del anterior. Verán, el problema que tiene hacer una obra mayúscula como Canciones para el tiempo y la distancia, es que se genera una cierta expectación, que, desde luego, no se cubre con un disco de pop melódico, por muy buenas que sean Me toca tirar y Tristeza. Hombre, visto lo visto, es muy recomendable (aunque yo se lo paso a quien quiera, pagar veinte euros por veinticinco minutos me parece un robo a mano armada), pero no era lo que se esperaba de él. Yo siempre pensé que había sido un pequeño desliz del que se recuperaría. Tras escuchar Mentiroso mentiroso, no me quedan muchas esperanzas, para que engañarnos.
2 comentarios:
Nunca he escuchado a este pollo. Y la cosa es que se habla mucho de él en blogs e internet en general. Tendré que hacerme con algún disco y echarle una oreja.
No te aseguro que te guste. Y más teniendo en cuenta los cambios que experimenta, pero si que recomiendo la escucha, aunque sea tan solo para poder luego dilapidarlo a él y a sus (más o menos fieles) seguidores, entre los que me encuentro.
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