No se podía titular de otra manera. Yo a Silvio hacía años que lo había dejado, pero forma parte, como muchas otras cosas, de mi educación sentimental. Era la primera vez que tenía oportunidad de verlo en concierto, y allí me fui.
Todos los que ya lo habían visto lo describían con huraño, poco entregado, y bastante borde. No se qué le pasó ayer, pero saludó, se permitió bromear, cantó todo lo que se le pidió, hizo tres bises, y dio un concierto de casi dos horas y media que fue monumental. Repertorio de canciones conocidas (algunas más que otras), donde no faltaron Te doy una canción, Playa Girón, La era, El unicornio azul, Gaviota... y por supuesto, cuando ya todos creíamos que no la cantaría, Ojalá, con cinco mil personas coreándolo. Todo con un punto emotivo, y lo justo para que los que lo habíamos dejado lo volvieramos a recuperar, y los fans fueran más fans todavía. Se portó. A pesar de las malas maneras de alguno que otro, que incluso llegaron a subirse al escenario... Curso de comportamiento y buenas costumbres en próximos capítulos.
Todo ello muy bien acompañado de cinco músicos fantásticos (no recuerdo cómo se hacían llamar), especialmente, Niurka González, que tocó la flauta travesera de una forma que nos dejó a todos boquiabiertos. Habrá que seguirle la pista.
Al final terminó el concierto, todos nos fuimos muy contentos, y yo ya puedo tachar de la lista de deberes una cosa más. Cada vez estoy más cerca de poder morirme tranquilo.
Todo ello muy bien acompañado de cinco músicos fantásticos (no recuerdo cómo se hacían llamar), especialmente, Niurka González, que tocó la flauta travesera de una forma que nos dejó a todos boquiabiertos. Habrá que seguirle la pista.
Al final terminó el concierto, todos nos fuimos muy contentos, y yo ya puedo tachar de la lista de deberes una cosa más. Cada vez estoy más cerca de poder morirme tranquilo.
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