Moderno no es, y clásico tampoco. Pero se podría calificar así. El disco es de hace ya unos añitos, y fue la carta de presentación de Julian Casablancas (cantante y compositor de casi todo) y el resto del grupo. La historia es la de unos niños bien, supuestamente, de Nueva York, que se aburrían y se unieron para hacer uno de los mejores discos editados a comienzos de este nuevo siglo. Luego hicieron un espléndido segundo, Room of fire, y un menos espléndido, pero también bastante reconfortante, tercero, First impressions of Earth. Pero es en este primero donde se sientan las bases que determinarán el estilo de la música del grupo. Como Offspring, al final las canciones se terminan pareciendo todas demasiado entre ellas, pero, bien escuchadas, se comprueba como cada una tiene suficiente personalidad como para brillar por si misma, independientemente del resultado del conjunto. No voy a ir canción por canción, porque no tengo ganas de liarme, y lo fundamental en la música, igual que en cualquier otro tipo de arte, es la vivencia de la misma. Lo que a unos encanta, a otros no. Pero eso tiene que decidirlo cada uno por si mismo.
Hoy me ha dado por recuperarlo después de olvidarlo por un tiempo, para tirarme todo el día escuchándolo, como siempre me pasa. Guitarras potentes, cambios de ritmo, y Julian Casablancas chillando como una rata, hacen que todo suene como una auténtica maravilla. Yo tengo la versión que se editó en Europa. En la versión yanqui hay una canción más, creo recordar (hay que hacer patria). Eso sí, las letras no vienen, pero hay maneras. Hoy he conseguido la dirección de una página donde se pueden ver los lyrics de casi todo lo que nos interese. Algún día me pondré a recomendar cosas de internet.
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