martes, 9 de marzo de 2010

La princesa Mononoke

La princesa Mononoke (Hayao Miyazaki, 1997)

Hablaba con unos amigos el otro día y les decía que hace años que tengo la impresión de que las mejores películas que se están realizando de un tiempo a esta parte son o bien de Miyazaki o bien de Pixar.
Porque, aún sin haber visto todavía "Pocahontas in outer space" (aunque me alegro y considero justo su vapuleo en los premios del copyright... aunque lo mejor que concursaba era Up) y su supuesto discurso "ecologista" en boca de muchos de mis conciudadanos, sigo recordando y revisitando cintas con discursos mucho más maduros y ambientes mucho más sugerentes de lo que se me antojan los de los pitufos esos.

Miyazaki, por ejemplo, maestro en imaginar animales mitológicos, comunes, monstruos y humanos, realizó hace ya casi trece años este impresionante cuento en el que ponía en liza la inutilidad y el fanatismo de los discursos procivilización y ecológico, llegaba posiblemente sin saberlo a ser el germen de lo que se ha dado en llamar el "desarrollo sostenible", pero como es mucho más inteligente que toda la clase política mundial, si que obtiene un resultado maduro y comprometido cuyo origen está en su propio ideario y su capacidad de llevar lo que piensa a imágenes.


Todo en las cintas de Miyazaki es lo que tiene que ser: los monstruos son terroríficos, la gente tiene aristas, no hay nadie que haga chistes para sacarte de tu miseria, los conflictos existen por el poder y la muerte, lo que asusta, asusta y lo que no, no... todo es realidad en un universo de magia en el que entramos casi sin querer, todo es emoción verdadera y no artificios sensibleros, todo es cine y no lo que hace la Disney.

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