domingo, 18 de noviembre de 2007

South Park. Volumen 1.

South Park. Más grande, más largo y sin cortes (Trey Parker/Matt Stone, 1999)
Ayer volví a disfrutarla. Después de lo de los vaqueros (que no eran vaqueros, sino pastores de ovejas), necesitaba algo de diversión. Cuando fui a verla al cine, me encantó. De hecho, de la serie (que ponían a horas intempestivísimas para no estar haciendo otra cosa) había visto sólo unos cuantos capítulos, con lo que esta película fue mi inmersión en ese gran monumento de estudio sociológico de la cultura occidental (me repito, lo se), que es todo lo que sale de South Park y sus habitantes. Mi pasión por South Park es, en muchos momentos, desmedida, pero puedo afirmar, sin lugar a dudas, que esta película es el musical que más me ha gustado de todos los que he visto (y no han sido pocos). No creo que vaya a contar nada nuevo de lo que es la película ni la serie, una amalgama de "cafretadas" sin demasiado sentido, y que dejan a todo occidente como una panda de retrasados mentales, donde lo único sensato y coherente son estos cuatro "angelitos", cada uno en su estilo.
La película, sin embargo, pierde por la duración, no exagerada, pero si que, para tanta mala hostia, al final no tienes risa que soltar. Pero es rápida, los números musicales están muy bien (¿he dicho ya que es el mejor musical de la historia?) y son cortitos, está bien planificada y, aunque es demasiado títere de una vez, no deja ni uno con cabeza. Los militares son unos racistas ("operación escudo humano"), Bill Clinton es un bobalicón, se cargan a los Baldwin y a los Arquette, dejan como imbéciles a Winona Rider y a Brooke Shields ("yo tuve una ventosidad durante el rodaje de El lago azul"), los canadienses son casi héroes de la libertad de expresión, el infierno está lleno de gente conocida, el cielo de Kenny está lleno de tías en tetas... y la mamá de Kyle es un putón (aunque en esto ahondaremos más en la siguiente entrada, porque si no esta va a llegar...). Hombre, el malo es Sadam Hussein... pero no se puede tener todo. Eso sí, Cartman se lo carga al grito de "marica-capullo-cabrón-soplapollas-caca-pedo-culo-coño- pis-puta Barbra Streisand". Sin palabras.
Pero sí hay que ponerle un pero de verdad, a la versión doblada, es que no tiene ni los mismos guionistas ni las mismas voces que la serie, con lo que llaman "Señor Hat" al señor sombrero, el psicólogo dice " y tal" en vez de "saben", y los niños tienen voces de actores que se hartaron de helio... Y cuando se muere Kenny dicen "Cabrones" en vez de "Hijos de puta". El colmo.

En youtube he encontrado un resumen de diez minutos con lo supuesto mejor de la película (hay momentos mejores, como ese en el que Cartman canta aquello de "me han dejado sin vocabulario" al no poder decir tacos...). Si pinchais sobre lo que está resaltado, vais allí directamente, porque yo sigo sin saber cómo puedo meter los vídeos de allí en el blog. Aunque lo mejor es verlo todo, y más de una vez para darse cuenta de todos los detalles. No hay nada dejado a la improvisación. No digo más. A verla.

No hay comentarios: