De sobras es conocida mi fascinación por ese cine oriental de corte intimista y lánguido del que Kim Ki Duk es una de sus más recientes adquisiciones. A pesar de ello, mi últimamente excesivo ojo crítico no sabe bien cómo poder defender esta película. Y no lo sabe porque acaba de decidir que su director tiende a repetir sus mismas formas sin modificar un fondo que ya se va acercando a lo puro vacuo. O al menos es la impresión que tengo tras ver otra vez esta película, que por otro lado me sigue encantando.
En resumen Hierro 3 es la historia de un fantasma que seduce a una mujer real que se convierte en fantasma. Ambos se miran, no se hablan durante todo el metraje, y van ocupando casas desocupadas donde viven vidas que no les corresponden. El descubrimiento de que lo parapsicológico quizá no exista es inminente, y se lleva a cabo de la forma más trágica y estúpida que pueda imaginarse. Parece que los dos fantasmas duden de su corporeidad a pesar de haber tenido muestras de que existía y permanecen en una casa en la que no tenían que estar para ser descubiertos y separados nuevamente. El fantasma primero, hecho hombre, pretende volver a convertirse en fantasma y lo consigue, volviendo a encontrarse con la otra fantasma, vuelta mujer de su esposo, tras repasar todas y cada una de las casas donde vivieron y donde, sin decir una palabra, se enamoraron y fueron felices. Y se urde un plan para que ambos lo sigan siendo incluyendo al marido de la mujer, que ya habla, pero manteniendo la presencia fantasmal del chico en casa. Como si no fueran a ser descubiertos nunca, como si las cosas así pudieran durar.
Podríamos hablar de juegos de personalidades, de dos almas solitarias que se encuentran, de mundos interiores compartidos, de la pobreza de vivir la vida de los otros porque uno no tiene una propia (aunque sea en base a posesiones materiales)... aunque más parece que Kim Ki Duk echa mano de sus anteriores trabajos y dirige lo que buenamente se le ha ido pasando por la cabeza sin tener en cuenta nada más, sabiendo que va a salir bien parada en los festivales.
Fotografía preciosista adorna unos planos bellísimos que sin embargo no tienen comparación con lo que se está contando, tan tramposo y artificial como cualquier cinta de von Trier, pero aun así emociona y tranquiliza. Ya he dicho que me encanta, aunque todavía no sepa por qué.
En resumen Hierro 3 es la historia de un fantasma que seduce a una mujer real que se convierte en fantasma. Ambos se miran, no se hablan durante todo el metraje, y van ocupando casas desocupadas donde viven vidas que no les corresponden. El descubrimiento de que lo parapsicológico quizá no exista es inminente, y se lleva a cabo de la forma más trágica y estúpida que pueda imaginarse. Parece que los dos fantasmas duden de su corporeidad a pesar de haber tenido muestras de que existía y permanecen en una casa en la que no tenían que estar para ser descubiertos y separados nuevamente. El fantasma primero, hecho hombre, pretende volver a convertirse en fantasma y lo consigue, volviendo a encontrarse con la otra fantasma, vuelta mujer de su esposo, tras repasar todas y cada una de las casas donde vivieron y donde, sin decir una palabra, se enamoraron y fueron felices. Y se urde un plan para que ambos lo sigan siendo incluyendo al marido de la mujer, que ya habla, pero manteniendo la presencia fantasmal del chico en casa. Como si no fueran a ser descubiertos nunca, como si las cosas así pudieran durar.
Podríamos hablar de juegos de personalidades, de dos almas solitarias que se encuentran, de mundos interiores compartidos, de la pobreza de vivir la vida de los otros porque uno no tiene una propia (aunque sea en base a posesiones materiales)... aunque más parece que Kim Ki Duk echa mano de sus anteriores trabajos y dirige lo que buenamente se le ha ido pasando por la cabeza sin tener en cuenta nada más, sabiendo que va a salir bien parada en los festivales.
Fotografía preciosista adorna unos planos bellísimos que sin embargo no tienen comparación con lo que se está contando, tan tramposo y artificial como cualquier cinta de von Trier, pero aun así emociona y tranquiliza. Ya he dicho que me encanta, aunque todavía no sepa por qué.
3 comentarios:
Pues también de acuerdo, Primavera, verano, otoño, invierno y primavera fue una de las primeras películas de las que hablamos,¿recuerdas?
Es criticado por muchos, pero ya me gustaría a mí que otros directores efectistas o como los queramos llamar fueran tan atrayentes.
¿por qué no contesto a los comentarios na más que una vez a la semana? te preguntarás... pues por vagancia, más que nada.
Recuerdo nuestros primeros encuentros, taaan emotivos, y si, uno de los primeros fue con la anterior obra de Kim Ki Duk.
Creo que de todas formas nuestra admiración por este hombre se está quedando sola, querido Justo, como por Lola-Lola, a tenor de los pocos comentarios.
Un beso.
A mi también me gustaron bastante tanto Hierro 3 como Primavera, verano, otoño, invierno y primavera. Me encanta su forma de hacer cine.
Publicar un comentario