Estamos ante la "gran obra" de un grupo que quiso ser grande al estilo anglosajón (vender muchos discos y dejar una leyenda) y ha conseguido serlo por hacer buena música, aunque eso no se refleje necesariamente en la popularidad y el número de ventas.
The holy bible es un estupendo disco lleno de desgarro y tremendismo, oscuro y deprimente como Richard James Edwards, su letrista fundamental hasta su desaparición en 1995, que dejó su sello en una obra que no para de aparecer en las listas de los mejores de los noventa. Yo no suelo hacer mucho caso de ellas, pero en este caso quiero querer darles la razón.
The holy bible es una obra completa, transgresora, profunda, triste... de esas que se escuchan y saturan los sentidos, de esas que después de oír completas hay que dejar descansar para poder sentirlas. Porque la buena música se siente, señores, aunque haya algunos que no lo crean.
The holy bible es un estupendo disco lleno de desgarro y tremendismo, oscuro y deprimente como Richard James Edwards, su letrista fundamental hasta su desaparición en 1995, que dejó su sello en una obra que no para de aparecer en las listas de los mejores de los noventa. Yo no suelo hacer mucho caso de ellas, pero en este caso quiero querer darles la razón.
The holy bible es una obra completa, transgresora, profunda, triste... de esas que se escuchan y saturan los sentidos, de esas que después de oír completas hay que dejar descansar para poder sentirlas. Porque la buena música se siente, señores, aunque haya algunos que no lo crean.
P.D.: Si, este es mi homenaje a la Semana Santa. Bueno, en realidad es el principio...
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