domingo, 20 de julio de 2008

Sleepy Hollow.

Sleepy Hollow (Tim Burton, 1999)


Era de esperar que la posteara. Demasiado he tardado, sobre todo después de Sweeney Todd. Porque las comparaciones serán odiosas, pero en el fondo todos sabemos que también son inevitables, sobre todo si tenemos al mismo director, el mismo protagonista, la misma estética, y otro de los referentes de terror de la tradición anglosajona.
La película está basada en un relato de Washington Irving que yo alguna vez tuve en mi poder pero no recuerdo haberme leído. No obstante, dudo mucho que el sentido del humor, bastante negro, que Burton imprime al film estuviera en la novela. Y es que, independientemente de eficaz película de suspense, lo que la diferencia de Sweeney Todd es el humor, que en esta está muy presente, comenzando por Ichabod Crane, ese detective encarnado por Johnny Depp, que es un personaje eminentemente cómico, o todas las situaciones que se producen por su lucha contra lo irracional desde la ciencia.
Como película de terror/intriga funciona básicamente porque Burton sabe dirigir muy bien este tipo de cine, pero lo que más llama la atención, o al menos lo que a mi más me gusta, es la estética. Aúna todo lo gótico que tiene toda la iconografía burtoniana con la iconografía del personaje en sí (de donde parece venir parte de la de Burton) para crear imágenes que son auténticas obras de arte de la composición, la luz y el color. Ese color que, sangre rojísima aparte, aparece sólo en las escenas de recuerdos de infancia de Crane y en la escena final, una vez desaparecido el jinete sin cabeza, y con los protagonistas camino de comenzar el siglo XIX en Nueva York.


Daré la razón, porque yo también lo pienso, a quien piense que quizá el tono del guión llega a un punto infantiloide explicando demasiado en la escena de confesión, en un intento de que todo quede tan bien atado que nos hace parecer tontos, pero aun así, eso no le quita ningún mérito al espectáculo visual, acústico y adrenalínico por momentos que es esta película. Y gran parte del mérito reside en Danny Elfman, ese habitual del cine de Burton que compone una banda sonora siniestra, escalofriante y tan tensa como la película a la que tiene que acompañar. Este es otro que también eché de menos en Sweeney Todd.
En definitiva, porque no tengo muy claro que era lo que quería poner aquí, a mi esta película me encanta y me parece soberbia. Y nunca unos personajes estuvieron más pálidos. Por cierto, me encanta Christina Ricci.


5 comentarios:

Anónimo dijo...

A mi Tim Burton me encanta, crea una atmósfera especial en sus películas, Sleepy Hollow no me parece una de sus mejores pelis pero no está nada mal tampoco (la he visto 2 veces). Tendré que ver Sweeney Todd a ver que tal, como siempre me recuerdas pelis que tengo pendientes de ver.

Saludos.

Groupiedej dijo...

Encantado de servir para algo. Cierto que quizá no es de las mejores películas de Burton, pero a mi si me gusta especialmente. Aunque solo sea, como tú dices, por la atmósfera.
Un saludo.

sangreybesos dijo...

A mí lo que más me gusta es precisamente el personaje que compone Depp, tan torpón y poco heróico.

Unknown dijo...

A mí esta pelicula también me encanta... tiene magia, estilo, atmósfera 100% Tim Burton... Sweeney Todd no la he visto pero dudo que este a la altura de ésta.

Groupiedej dijo...

Sangreybesos: efectivamente, el personaje de Deep es espectacular.

Ricardo: Sweeney Todd no le llega a ninguna parte, como era de esperar, aunque es recomendable.

besos a ambos.