lunes, 19 de mayo de 2008

Sangre fácil

Sangre fácil (Joel Coen, 1983)


La primera película de los Coen (Joel a la dirección, Ethan a la producción y ambos en el guión, como siempre) es para muchos, entre los que me encuentro, la mejor. Y es la mejor por su frescura, por su originalidad, por iniciar un nuevo tipo de cine negro, por sus movimientos de cámara, y por su falta de pretensiones. A primera vista la película no es más que un divertimento sangriento (tampoco demasiado, a pesar del título), sin llegar al gore, acerca de una persecución por parte de un marido cornudo a su esposa y al amante de esta, con mucho humor negro y una crueldad considerable. Pero cuando se ve, sobre todo cuando se ve más de una vez, se puede uno dar cuenta de un guión envidiablemente redondo, de unos actores en estado de gracia, de una ambientación inmejorable, de un ritmo trepidante, de un suspense mantenido, de... de una película de cine negro clásico con incorporaciones menores de hallazgos de las series B (cuando no directamente de serie Z) y nuevas formas de rodaje y planificación. Frances McDormand, por cierto, demuestra lo buena actriz que es (como cada vez que aparece en el cine, para que engañarnos). Pero tuvo que esperar mucho tiempo para que le dieran el premio aquel de la academia americana que tiene copyright, y que por eso no coloco el nombre.

2 comentarios:

Lola dijo...

Hola

Lo que me alucina de las películas de los Coen, es el silencio, baña más de una secuencia, y la verdad es que es apabullante, ya sea en Fargo, en No es país...etc...

Muy buena reflexión.

Groupiedej dijo...

Efectivamente, los silencios dicen mucho en el cine de los Coen, y resultan mucho más inquietantes que todo el sonido. De Fargo voy a hablar en los próximos días. Espero que te guste el post también.