Hace bastante tiempo que las productoras europeas se han dado cuenta de que en este continente se pueden realizar blockbusters yanquis iguales o mejores que los que hacen en EEUU.
Muchos intentos se han realizado antes y periódicamente algunos van llegando (el cine de Amenábar es el ejemplo más cercano) confiando en mantener su aire independiente en base a una estética oscura y sucia que sólo ocasionalmente logran su cometido.
Solomon Kane ni siquiera llega a intentarlo. La ambientación es oscura porque tiene que serlo, por el tema que trata, y ni siquiera llega a ser más sucia que las de muchas otras producciones en esa moda del supuesto hiperrealismo que toca todos los palos y todos los continentes aunque poco logren más allá del hastío.
Así que Solomon Kane se convierte en otro film más de acción con escasas entrañas, vacío de contenido y resolución increíblemente fácil (y tonta) en uno de los finales más simples y aturullados que he visto en años.
Y sin embargo, quizá sea lo peor de todo, Solomon Kane es de las muestras de cine de entretenimiento más agradecibles de los últimos años, aunque solo sea por comparación. Y lo es porque las escenas de acción funcionan, la trama es simple pero coherente, el inicio (que todo el mundo dice que sobra) es potente y sobre todo, y ante todo, dura poco, virtud que se está olvidando y que aquí incluso merma la capacidad del producto. Ay, si James Cameron dominara el tiempo...
Muchos intentos se han realizado antes y periódicamente algunos van llegando (el cine de Amenábar es el ejemplo más cercano) confiando en mantener su aire independiente en base a una estética oscura y sucia que sólo ocasionalmente logran su cometido.
Solomon Kane ni siquiera llega a intentarlo. La ambientación es oscura porque tiene que serlo, por el tema que trata, y ni siquiera llega a ser más sucia que las de muchas otras producciones en esa moda del supuesto hiperrealismo que toca todos los palos y todos los continentes aunque poco logren más allá del hastío.
Así que Solomon Kane se convierte en otro film más de acción con escasas entrañas, vacío de contenido y resolución increíblemente fácil (y tonta) en uno de los finales más simples y aturullados que he visto en años.
Y sin embargo, quizá sea lo peor de todo, Solomon Kane es de las muestras de cine de entretenimiento más agradecibles de los últimos años, aunque solo sea por comparación. Y lo es porque las escenas de acción funcionan, la trama es simple pero coherente, el inicio (que todo el mundo dice que sobra) es potente y sobre todo, y ante todo, dura poco, virtud que se está olvidando y que aquí incluso merma la capacidad del producto. Ay, si James Cameron dominara el tiempo...