Neil LaBute es uno de los directores que quisieron encuadrar, aquellos a los que les gusta encuadrarlo todo en alguna parte, dentro de un nuevo género de misántropos surgidos en los años noventa, y que estarían encabezados por Todd Solondz. Como bien han demostrado tanto uno como otro, las comparaciones son odiosas, y LaBute ha resultado bastante más cariñoso con el género humano que su compañero de promoción.
Amigos y vecinos fue la segunda película, tras la estupenda (al menos en mi recuerdo) En compañía de hombres de LaBute. Efectivamente LaBute continuaba por aquellos entonces desarrollando una sanísima mala hostia, antes de que parara un poco para darle un papel decente a una Renée Zellweger que ya comenzaba a parecerse demasiado a una muñeca hichable en Persiguendo a Betty. Amigos y vecinos es una muestra de bestialidad. Cada uno de los personajes de LaBute arrastra un par de buenos defectos que los deberían hacer insoportables, odiosos y despreciables. Mienten siempre, pero sólo porque si no mienten se lanzan las verdades como puños que rompen los maxilares de sus contrincantes. Los "buenos" usan los mismos trucos que los "malos", los "malos" no son peores que los otros, la candidez sólo es un escondite tras lo que se oculta la misma bazofia que tras la dureza. Y sin embargo, y eso es lo que hace que LaBute no sea en absoluto un misántropo, todos y cada uno de estos seis personajes resultan entrañables, todos son dignos de lástima, y LaBute los quiere y lo demuestra.
Diálogos mordaces, crudos, hirientes, en los que con unas pocas frases LaBute es capaz de hacer aflorar todo lo bueno y lo malo que tiene el ser humano, todas las intrigas que pueblan las relaciones de pareja, todos los tópicos que hieren y que las destrozan, para que otras nuevas surjan mientras seguimos buscando el polvo de nuestras vidas. Porque el único que sabe realmente cuál fue es el personaje de Jason Patrick, el cínico crápula que confiesa con lágrimas en los ojos su violenta experiencia homosexual como si fuera el summum de la pasión. Al final él y la pobre ayudante de artista interpretada por Nastasjia Kinski son los únicos realmente honestos.
Amigos y vecinos fue la segunda película, tras la estupenda (al menos en mi recuerdo) En compañía de hombres de LaBute. Efectivamente LaBute continuaba por aquellos entonces desarrollando una sanísima mala hostia, antes de que parara un poco para darle un papel decente a una Renée Zellweger que ya comenzaba a parecerse demasiado a una muñeca hichable en Persiguendo a Betty. Amigos y vecinos es una muestra de bestialidad. Cada uno de los personajes de LaBute arrastra un par de buenos defectos que los deberían hacer insoportables, odiosos y despreciables. Mienten siempre, pero sólo porque si no mienten se lanzan las verdades como puños que rompen los maxilares de sus contrincantes. Los "buenos" usan los mismos trucos que los "malos", los "malos" no son peores que los otros, la candidez sólo es un escondite tras lo que se oculta la misma bazofia que tras la dureza. Y sin embargo, y eso es lo que hace que LaBute no sea en absoluto un misántropo, todos y cada uno de estos seis personajes resultan entrañables, todos son dignos de lástima, y LaBute los quiere y lo demuestra.
Diálogos mordaces, crudos, hirientes, en los que con unas pocas frases LaBute es capaz de hacer aflorar todo lo bueno y lo malo que tiene el ser humano, todas las intrigas que pueblan las relaciones de pareja, todos los tópicos que hieren y que las destrozan, para que otras nuevas surjan mientras seguimos buscando el polvo de nuestras vidas. Porque el único que sabe realmente cuál fue es el personaje de Jason Patrick, el cínico crápula que confiesa con lágrimas en los ojos su violenta experiencia homosexual como si fuera el summum de la pasión. Al final él y la pobre ayudante de artista interpretada por Nastasjia Kinski son los únicos realmente honestos.
4 comentarios:
Bueno, a este tipo le tenía bastante olvidado, la verdad. La que hizo hace poco con Nicholas Cage... joder, vaya basura. Esta la vi en su estreno y ¿qué quieres que te diga? Si no la sacas tú me habría pasado totalmente desapercibida, a ver si le echo el lazo otra vez y veo lo que tú has visto... ¿Y esa fiebre?
Últimamente no coincidimos ni pa atrás. También es verdad que quizá le tenga cariño por el momento en que la vi. Pero la he vuelto a ver y me ha parecido igual de bestia. De la fiebre, mejor, muchas gracias, volviendo a la normalidad. Mañana creo que iré a trabajar y todo...
En compañía de hombres me gustó mucho.. las otras no las he visto, pero quiero.
Pues deja de ver cine francés, que no te va a traer nada bueno... en realidad de las siguientes la única que me gusta es esta. En compañía de hombres hace muchísimo que no la veo, la tengo que repasar.
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