martes, 28 de abril de 2009

Miedo y asco en Las Vegas

Fear and loathing in Las Vegas (Terry Gilliam, 1998)


Gilliam siempre vuelve a hacerlo. Cuando parece que ha tocado fondo respecto a su análisis de la anormalidad y nos ha ofrecido posiblemente su obra más convencional (me estoy refiriendo a Doce monos), coge una novela publicada en 1971 y filma una película lisérgica donde da paso a una locura anteriormente no suficientemente diseccionada por el mismo: la de las drogas.
Sin embargo, el viaje al colocón de los protagonistas no es, en modo alguno, un simple experimento de cámaras y efectos especiales. Gilliam i
nserta a los personajes en el mismo entorno en el que se hallan los protagonistas de la novela en que se basa, el fin de la guerra de Vietnam y de los años 60, con las consecuencias que todo ello tuvo para el consumo yonqueril.
El periodista y su abogado inician un viaje a Las Vegas provistos de estupefacientes más que suficientes para andar colocados toda la vida, pero se lo meten en tan corto espacio de tiempo que lo único que consiguen es sembrar el caos y la destrucción allá por donde pasan, además de asustar a todo bicho viviente que se cruza en su camino.

Y Gilliam nos lo muestra como si nosotros mismos vivenciáramos lo que ellos están haciendo, con la finalidad última, parece, de que seamos conscientes del miedo y el asco que sus mismos protagonistas sufren en relación al consumo. Ese miedo y ese asco que hacen que el personaje de Johnny Deep emita perpetuamente un discurso desperanzado, asqueado, cargado de amargura... que sin embargo no evita que se siga drogando hasta perder el sentido de lo real y la conciencia misma.


Fear and loathing in Las Vegas narra la historia de una época, que tuvo su sentido y que lo seguirá teniendo, pero que ya pasó, y de lo que siguen haciendo los que no han sido capaces de pasar de página. Es una película crítica, incómoda, molesta, resulta difícil de ver. Quizá porque lo que pretende Gilliam es eso mismo, el que lleguemos a darnos cuenta de la degradación que se puede producir, de hasta donde puede denigrarse el ser humano en busca de lo que quiere aunque no le convenga. Y de cómo se denigran todos, incluso los que luchan contra ello. La conferencia sobre narcotráfico a la que asisten nuestros dos protagonistas en estado de narcosis es un ejemplo de ello, y de una contundencia y sentido del humor impresionantes.

3 comentarios:

dvd dijo...

Yo no me enteré de ná en su momento; ahora es de las que da pereza de la grande...

Groupiedej dijo...

Te lo voy a perdonar porque bastante estarás ya sufriendo esta semana.

P.D. No me extraña, por cierto. Lo de la pereza, vamos...

Anónimo dijo...

Creo que es la peli más rara que he visto en mi vida. Y mira que he visto pelis raras...