miércoles, 26 de enero de 2011

El maquinista

El maquinista (Brad Anderson, 2004)

Llevo tiempo sin intentar explicar una película sin decir nada y no tengo muy claro que me haya salido, así que debiera comenzar gritando ¡¡ATENCIÓN SPOILER!!, por si las moscas.


Que la
culpa ha sido una de las grandes inspiradoras de las artes es algo en lo que no cabe discusión alguna, y si alguien la quiere, le recomiendo encarecidamente que se repase cualquier obra de Dostoievski, por ejemplo, y luego me cuenta.
Claro que en el cine también ha dado, y muchas, grandes películas como la que nos ocupa. No es la primera vez que se trata el tema de la "locura" dentro del cine, ni necesariamente tiene que ser la mejor, entre otras cosas porque El maquinista no es, ni lo pretende, una película original.
Sólo dos años antes Cronenberg había hecho un acercamiento en la línea de lo que aquí hace Anderson en la magnífica Spider, y treinta años atrás Polanski había rodado, como antecedente directo de esta cinta, la espléndida El quimérico inquilino, cuento de terror a recuperar un día de estos. Pero el que tenga unos referentes (los dos primeros que me vinieron a la cabeza, que no los únicos) de la valía de estos no quita ningún tipo de mérito a lo que esta película consigue.
Mérito que va mucho más allá de la espeluznante transformación física de un Christian Bale más comedido que de costumbre, y que se concentra en dotar de veracidad la historia de terror en la que se va convirtiendo la vida del protagonista cuando la historia se repite.


Y en narrar esa historia desde la vivencia del la víctima en sus dificultades y en sus miedos, haciendo que compartamos con él ese mismo pánico a lo que piensa que le está ocurriendo.
Todo ello además sin que intuyamos, cosa que sólo ocurre hacia el final de la película, lo que realmente está pasando, en una construcción fílmica ejemplar de lo que debe ser una película de terror, sin escatimar sin embargo en el acercamiento necesario a la construcción psicológica y relacional de sus personajes no sólo como método intrigante sino como factor fundamental en el buen desempeño de lo que se nos cuenta.
Una película redonda, oigan.

1 comentario:

dvd dijo...

A mí me encanta esta película; me parece original y sensible a partes iguales. Hay momentos que te sacan hasta la lagrimilla... Y Bale está de oscar...