martes, 10 de agosto de 2010

Harry Potter y el misterio del príncipe

Harry Potter y el misterio del príncipe (David Yates, 2009)

Hace un par de meses me encontré, no me pidan que recuerde dónde, con el trailer de lo que será la última de las películas de Harry Potter, la versión de la séptima novela de la Sra. Rowling que, en un ardid de marketing ya visto en algunas ocasiones, irá dividida en dos cintas a estrenar en 2010 y 2011.
No me cabe ni la más mínima duda de que ni por esas conseguirán disminuir el principal problema de todas las películas de la saga, la excesiva duración en base a escenas de relleno de cada uno de los episodios rodados, pero eso es otro tema...
Jamás he sido especial seguidor de la saga del joven mago con ga
fas de hippie y sus amiguitos (insoportables todos ellos en general), y nunca se me ha pasado por la cabeza leerme un libro de los de la señora esta, pero debía reconocerles a las primeras que, pese al infantilismo reinante (esas sonrojantes escenas de compañerismo o las bromas para adolescentes imberbes), escapaban de la mediocridad gracias a buenas producciones y directores más que solventes (con mucho la mejor es El prisionero de Azkaban, la más madura y oscura de toda la serie, no en vano Cuarón ya tenía experiencia rodando cuentos macabros y ahí está esa estupenda versión que realizó de Great Expectations).
Y como siempre que acaba algo, a mi
me da por querer ser parte de, como a cualquier adolescente hiperhormonado , he visto en estos últimos meses las tres siguientes producciones como parte importante para poder disfrutar de un final que en trailer tiene una pinta estupenda. De todas ellas no me quedo con ninguna.
La referencia que haré hoy a El misterio del príncipe (mestizo, palabra eliminada del título en España) es más, como ya se estará observando, un recopilatorio que lleva a preparar el final que una verdadera reseña.
En un intento de conservar público y recompensar a los fieles, la saga Potter se ha negado a reinventarse y ha continuado exactamente igual con el consiguiente debilitamiento de su propuesta.


La última de todas ellas, de hecho, parece más una sucesión de escenas que preparará para el desenlace que una verdadera película con entidad propia. Sólo la presencia de algunos de los mortífagos animan el cotarro (iba a gritar Spoiler! pero tampoco creo que nada que cuente va a sorprender a los habituales), pero por lo demás estamos ante una película de transición dentro de la historia, con una producción innegablemente excelsa pero unos intentos de acercamientos psicológicos de lo más superfluos.
A las dos horas y media le sobran tres cuartos como poco, pero aún así la película se deja ver. Con mucho lo más flojo de toda la serie y tan sólo justificable como prólogo al final que, vuelvo a repetir, si lo saben llevar, tiene un aspecto impresionante.
De producto mainstream, no se me equivoquen. El que quiera cine de autor que se pase por aquí otro día... si acaso otro mes de hecho.


1 comentario:

dvd dijo...

Llevo con orgullo el título de "único treintañero que no ha visto ni una sola película de Harry Potter"... A lo mejor estoy esperando a tener cuarenta, no sé... Un día prometo que me las zampo todas de un tirón, a lo bestia...