lunes, 21 de junio de 2010

Mujeres ricas

Mujeres ricas (La Sexta)
Emulando formatos norteamericanos, la cadena televisiva que compite por el estatus de progre junto con Cuatro a base de pretender ofrecer lo mismo pero en formato cafre en vez de glamouroso, estrenaba hace unas semanas Mujeres ricas, supuesto docu-reality (esa nueva forma de llamar a los documentales preparados) que aparentemente se aleja de la línea editorial habitual de la cadena pero que, sin siquiera ellos ser conscientes del todo me temo, se está convirtiendo en uno de sus mayores éxitos al ser el más sarcástico de todos sus experimentos.
En un mundo en crisis se ha criticado mucho el que "la cadena del gobierno", ese que dice ser de izquierda (risas enlatadas) dirija su mirada al lujo y el glamour ensalzando las virtudes de unas mujeres que se dedican a dilapidar fortunas y al distraido trabajo del shopping.
Evidentemente el que opine eso es que no ha dedicado diez minutos de su vida a ver esta auténtica obra maestra de la miseria humana.
Como dije previamente, creo que ni sus propios creadores han sido conscientes del monstruo que han creado hasta que no lo han tenido entre manos.
Mujeres ricas nos presenta, para empezar, unas cuantas familias, no sólo a las amas de casa en si, que, como bien dijo Mariana Nannis, estrella indiscutible del programa y a la que volveré posteriormente, no son tan ricas como se nos presentan "en Miami si que hay mujeres ricas [...]Deberíais cambiarle el título al programa y llamarlo Mujeres pobres".
Porque nos movemos en el lujo ibérico, lujo que tiene sus epicentros en Marbella, Las Rozas y El Ejido, como si cualquiera de estos sitios fueran equiparables a Montecarlo o las colinas de Los Ángeles.
En realidad tenemos una representación del medio-pelito patrio entre el que nos encontramos mujeres de mundo (Valére y Nannis) y pijas autóctonas (las Collado y Segura) y que oscilan corportamentalmente entre las que realmente quieren creer que viven en un mundo de lujo y glamour inigualable (Valére tiene una discoteca en Marbella en la que todavía puede creerse algo, Segura sólo tiene la pose) y las que viven en el mundo real, más práctico (las Collado y Nannis).
A base de retazos vamos conociendo cada una de las personalidades y cada uno de los estilos de vida de varias mujeres que han sabido labrarse un futuro (Valére), que tienen que hacerlo ahora que están divorciadas y se ven en un mundo en el que todavía tienen mucho que aprender (las Collado), que vienen de dar muchas vueltas y están ya demasiado hartas como para hacer mucho más allá de cuidar de sí mismas y los suyos (Nannis) o que han luchado y seguirán haciéndolo para representar perfectamente el rol de florero (Segura).

Cada una con una personalidad definida, un grupo familiar (y qué grupos familiares) y un estilo marcado, poco cohesionadas como grupo e individualmente ricas fuera de estereotipos, sólo dos de ellas acaparan especialmente la atención: Mar Segura, almeriense cortijera y que vive por y para la apariencia (su dramático episodio de las bolsas en los ojos para su fiesta de cumpleaños es de antología de la histeria) y la gran Mariana Nannis (y sus hijos), resignada y hastiada a la posibilidad de la cornamenta y con los pies suficientemente en el suelo como para compaginar la más absoluta de las superficialidades con la capacidad de dar palizas sin manos a la hora de bajar a la realidad al resto de la gente con la que se va topando.
El enfrentamiento del último programa con la Segura fue un ejemplo de ello:
"¿Estarás muy orgullosa de tu marido?" preguntaba la Segura.
"¿Orgullosa?¿De qué? Orgullosa estaría si fuera médico. Pero orgullosa porque le esté dando patadas a un balón..." Respondía llena de coherencia dentro del resto de su discurso Mariana.
Lo titularon España-Argentina... porque al menos el señor de los rótulos sí que ha tenido claro desde el principio lo que se traía entre manos... y bien que lo ha hecho...


2 comentarios:

loquemeahorro dijo...

Vi ese trocito de "mujeres pobres" y sí que pensé que eran un poco "quiero y no puedo", si no, directamente no saldrían en televisión.

El formato es horrible, y el que quiera evadirse en un mundo de lujo con esos programas, me parece que va dado.

dvd dijo...

Creo que los que hacen estos programas no conocen la vergüenza ni la dignidad. Punto.