jueves, 29 de abril de 2010

Destrozando a... Alatriste

Alatriste (Agustín Díaz Yanes, 2006)También bautizada como Alatruño, Pollatriste, etc., etc.


Este es un claro ejemplo de que si a un zapatero se le encarga construir una catedral gótica, mejor que rehuse.
Lo peor de Alatriste no es que se base en un cuento del sobrevalorado (e insoportablemente endiosado) Pérez Reverte, ni que dure más que un día sin pan cuando no tiene nada que contar, ni que sea aburrida como los libros que me he leído de su excelso autor original, ni que los actores parezca que se han tragado todos el espíritu de Vito Corleone, ni que esté mal rodada y mal planificada, ni que no tenga emoción y las secuencias de acción parezcan rodadas por artríticos... lo peor es que el intento de Díaz Yanes de hacer una película "de autor" para diferenciarla de las límpidas historias yanquis (aunque el presupuesto fuera desmesurado como si viniera de cualquier mayor) se limita a llenarlo todo de porquería, incluyendo el pelo de todos los actores, consiguiendo únicamente que todos los ellos estén feísimos...

miércoles, 28 de abril de 2010

Affliction

Affliction (Paul Schrader, 1997)


La filmografía de Paul Schrader no deja de ser curiosa por lo irregular, brillando enormemente como guionista (entre otros de Taxi Driver y Toro Salvaje, ni más ni menos) y ocasionalmente como director, y a la vez ha filmado obras que pasaron sin pena ni gloria y que parecen haber salido de las manos (y los cerebros) de cualquier directorucho de tercera. Sin embargo Affliction es la prueba de que Schrader cuando se pone, se pone.
Espléndido drama familiar, tenso, rabioso y casi macabro, cimentado en un guión excelente y en unas interpretaciones superlativas (tanto Coburn como Nolte realizan unas de las mejores interpretaciones de su vida) y con el disfraz de drama de intriga e investigación, Affliction es uno de esos ejemplos impolutos de lo que es cine de verdad: guión y actores dirigidos (y sólo dirigidos) por alguien que modula y que planifica el sentido de todo lo que ocurre en pantalla.


Brutal como la ira del personaje de Nolte y sus enfrentamientos con su padre (Coburn), Affliction es una película tan rotunda como su planteamiento y tan compleja como la historia que va descubriendo poco a poco y de la que no revelaré nada so pena de destrozar una de las mejores películas de su año (y casi que de finales de los noventa, miren ustedes). Así que mejor me callo.


lunes, 26 de abril de 2010

Frase de la semana


Hay un momento y un lugar para todo, y ese lugar se llama Universidad.


Chef, en varios capítulos de South Park.

domingo, 25 de abril de 2010

Hola, estás sola?

Hola, estás sola? (Icíar Bollaín, 1995)

Hay pequeñas películas, sin ningún tipo de historia, que no cuentan nada en especial, pero a las que se les coge cierto cariño.
El primer largometraje de Icíar Bollaín, a pesar de tener en el reparto a la inefable Silke, un error de casting asegurado pero que se puso tan de moda en nuestra cinematografía que llegó a protagonizar varias películas por año, de no mostrar nada y de resultar bastante irregular, tiene sin embargo un encanto, un algo para muchos que no se puede explicar por su calidad cinematográfica, que muchos pondrán en duda.
A mi sin embargo si me parece que Bollaín realiza una buena aproximación a lo que ha ido haciendo posteriormente pero con bastante más humildad. Cine social vago e historias pequeñas de amistad y amor (aunque se base en la fantasía del que no entiende nada) que esconden un cierto regusto rohmeriano y que se acercan bastante a aquello que se llamó "cine sin historia", porque no la hay en esta suerte de road-movie cutre y cañí.

Es simplemente un viaje experiencial, que no vivencial que ni quiere ni llega más allá de lo que ofrece y donde Candela Peña sigue haciendo de ella misma con el desparpajo habitual, consiguiendo comerse al resto del elenco en cada una de sus apariciones (la merienda que se pega con la Silke es fina) y que al final, y aunque parezca lo contrario, la experiencia (la de ellas y la nuestra) haya valido la pena... aunque ya he dicho que eso es lo que me parece a mi.


sábado, 24 de abril de 2010

Cuidado conmigo

Cuidado conmigo (Los Ronaldos, varias ediciones)

¿Qué quieren que les diga? Me ha dado por ellos. Y ya dije en otro momento que esta canción tenía mucho sentido para mi y para conmigo, así que... ahí celebremos el sábado.




viernes, 23 de abril de 2010

La caza

La caza (Carlos Saura, 1965)


Pocas veces en mi vida he sido testigo de un espectáculo tan estremecedor como el que nos mostró Saura hace ya cuarenta y tantos años. Y pocas veces ha sido tan evidente los muchos fallos que cometió la censura española dejando pasar obras supuestamente inocentes que, sin embargo, escondían una carga política mucho mayor que todas las que suprimió.
Porque La Caza es, ante todo, un espectáculo dantesco acerca de la vida en este país durante la dictadura franquista, La caza es un espectáculo de la degradación humana en condiciones de desigualdad, La caza es una de esas películas a recuperar para darse cuenta de que el cine español fue mucho más grande de lo que lo es ahora.


Y de que todos estos que se presentan como adalides del moderno cine patrio deberían volver a ver determinados clásicos para aprender como contar mucho con muy poquito... vamos que no hace falta reconstruir Alejandría y se obtienen muchos mejores resultados, sin comparación de hecho.


jueves, 22 de abril de 2010

Destrozando a... Macaco

Macaco (cantante)

Me cansan mucho todos estos pijippis perrofláuticos, la verdad. Me cansa además que sigan publicando una y otra vez el mismo disco (y en este lo digo con conocimiento de causa, tengo cuatro de los suyos)... pero lo que más me cansa es que todos estos supuestos antisistema se dediquen a cantar banalidades con la excusa trivial del mestizaje y terminen ganando millones participando en todos los conciertos que organizan los 40 Criminales... no se si me explico.

P.D.: a lo mejor debería haber empezado por Manu Chao, ahora que lo pienso...


miércoles, 21 de abril de 2010

Heat

Heat (Michael Mann, 1995)

Últimamente tengo siempre la impresión de que voy a hablar de algo de lo que ya he hablado. Será la misma angustia que inunda mi vida de un tiempo esta parte, pero también es verdad que hoy ni siquiera lo he comprobado. Porque Michael Mann me cae bien, porque creo que es un buen cineasta, y porque Heat me gusta mucho, ya digo que no se si lo dije.
Elaborado como un complicado y falso largometraje de marketing (¡la primera vez que Al Pacino y Robert de Niro compartirían pantalla!¡Juhu!), Mann, igual que hace siempre, trasciende la comercialidad y realiza una película larguísima, bellísima y trepidante sobre dos hombres únicos que viven solos (por más que los acompañe gente), cuyas familias reales se circunscriben al trabajo y que en su soledad se encuentran como enemigos: el policía y el ladrón.
Mann demuestra como rodar en dieciseis milímetros con una planificación como muy pocos además de él saben hacer, y realizar una película convencional y comercial que no es ni lo uno ni lo otro.


Rueda acción como se debe rodar acción (y es que para lograr sensación de movimiento no es necesario ni mover la cámara sin parar ni mucho menos realizar un videoclip carísimo) y nos engaña como a bobos con la supuesta campaña de marketing que finalmente sólo tendría un plano como leit-motiv. Y además realiza una película compleja y emocionante. Casi nada.


lunes, 19 de abril de 2010

Mad Men

Mad Men (AMC)

¿Cómo asestar un golpe más fuerte que ningún otro? Siempre ha sido cuando el golpe viene desde dentro. Y no hay nada más dentro del gran circo norteamericano, de las aportaciones que EEUU ha realizando al mundo, que la publicidad y el marketing, que la venta que ha colocado al país como el dueño del mundo. Y ahí es donde entra Mad Men.
Mad Men es al sueño americano algo parecido a lo que lo fue Happiness, la película de Solondz (una de mis favoritas de todos los tiempos, ya lo dije hace ya un tiempo), con la única diferencia de que los creadores de Mad Men, al contrario que el freak Solondz, si que tienen cierto respeto y cariño por el género humano, género que intenta rehabilitar por todos los medios a pesar de mostrar las debilidades del mismo en un mundo en el que lo que vende, precisamente, es vender.
Don Draper, el atractivísimo John Hamm, tiene una supuesta familia perfecta con una supuesta perfecta rubia esposa de anuncio (modelo antiguamente de hecho) mientras él se dedica a ser el perfecto empresario.
Pero la perfección es tan solo un supuesto, como ya se veía venir. Don es un infiel machista que no respeta a nada que no sea un hombre, a pesar de verse enfrentado (y superado) por mujeres que caen rendidas a sus (muchos) encantos. Betty Draper es, bajo la apariencia de una adorable ama de casa, una redomada víbora pasivo-agresiva insatisfecha con su vida y que proyecta sus propios deseos en forma de celos (con base real).

Y ambos viven en un mundo en el que, por más que nos hayan contado lo contrario, ser mujer no sirve para más que para ser tomada como un objeto sexual, deben renunciar a sus vidas personales para poder trabajar mientras la Iglesia sigue jodiéndoles la vida, los hombres deben ser machos y casarse aunque les gusten los otros hombres, el alcohol y el tabaco inunda su vida... y se hace un repaso exhaustivo y fidedigno a toda la historia americana y todo el trabajo que la publicidad ha ido desarrollando para configurar nuestro actual modo de vida.
Considerada una de las mejores series norteamericanas actuales (Emmys aparte, nunca confié mucho en los premios), Mad Men es una monumental recreación de una época que quiso venderse como buena cuando lo que había era la misma hipocresía y falsedad que ha ido desarrollando la comunidad norteamericana (y la posterior globalización que está alcanzando Europa, sobre todo los países más occidentales) a lo largo de los años.


Frase de la semana


¿Qué harás cuando descubras que follar provoca cariño?


Manos de topo en La estatua de la libertad.

sábado, 17 de abril de 2010

La estatua de la libertad

La estatua de la libertad (Manos de Topo, Ortopedias bonitas, 2007).

"¿Qué harás cuando descubras que el follar provoca cariño?" es uno de los esclarecedores versos de este poema puesto en llanto (insoportable en general pero fascinante casi siempre) por Manos de topo, una de las bandas más inclasificables, elaboradas y divertidas del casi siempre tristísimo panorama musical patrio.
Esta versión que encontramos en goear incluye además una canción final (el corte está sacado directamente del disco) sin título pero que sigue dando cuenta de cómo puede ser la genialidad de la ridiculización del pop. ¡Qué grandes!




lunes, 12 de abril de 2010

Frase de la semana


Nuestros padres son gilipollas.


Stan Marsh en El secreto de los niños no es divertido (South Park, 6ª temporada).

jueves, 8 de abril de 2010

Destrozando a... Jerry McGuire

Jerry McGuire (Cameron Crowe, 1996)


No se si podré desentrañar los entresijos de esta "película" para que el que no la haya visto la entienda bien, pero lo intentaré esquematizar:
1) Tom Cruise tiene éxito y dinero pero lo echan del trabajo y grita.
2) Rene Zellweger (o como se escriba) tiene todavía ojos, lo escucha gritar y grita también y se va con él a gritar a otra parte.
3) Ambos se enamoran o algo y gritan y la Zellweger pone morritos para que nos vayamos haciendo a la idea de cómo sería cuando se convirtiera en la muñecha hinchable que ahora es.
4) Hay un niño, hijo de la Zellweger que justificaría el infanticidio, pero como es americano y Tom Cruise come placentas, a él le cae bien.

5) Cuba Gooding Jr. enseña el culo para variar y quiere dinero y grita.
6) Todos gritan durante dos horas y media.
7) Al final todos consiguen dinero y siguen gritando.

Pues más o menos de esto va el engendro este. Eso sí, nota para los candidatos a actores: en Hollywood gusta mucho de gritar y de gritar... y si gritas lo suficiente, te dan un premio de los del copyright.

miércoles, 7 de abril de 2010

Investigating sex

Investigating sex (Alan Rudolph, 2001)

No conozco demasiado el cine de Alan Rudolph y lo poco que conozco no me parece ni de lejos brillante. Y a pesar de ello recuerdo sus películas con cierto regusto agradable que muchas veces no tiene demasiado que ver con el aire apesadumbrado y agrio que rezuman.
En el caso de Investigating sex estamos ante una comedia romántica que podría ser como tantas otras si no fuera porque Rudolph imprime ese carácter casi trágico en algunas situaciones y termina de no salir del todo bien lo que sin embargo parece que lo ha hecho... no se si me explico.
En base a la historia del desarrollo de un estudio más o menos científico acerca del sexo, motivo por el que se convoca a distintas personas a una casa de campo, Rudolph realiza un estudio de personajes interesante que, sin embargo, no deja de caer en ciertos clichés que intenta esquivar con más pericia que soltura.La casquivana, el marido cornudo (en este caso voyeur), la puritana que se enamora, el viejo ricachón que quiere vivir la vida... no falta ni uno de todos los estereotipos de una comedia sexual en este intento de circo de Rudolph que él mismo toma demasiado en serio, por lo que funciona (y lo hace) como comedieta, pero se queda a medias en el resto de sus pretensiones.

Claro que también es verdad que los personajes, por muy arquetípicos que resultan, están moldeados para que se les coja cariño (a casi todos ellos, que no a todos) y, como dije al principio, el espectador termina con una cierta sensación de bienestar y alegría que ni se corresponde con lo que se ve ni, me temo, con la calidad de lo que se ve.
Quizá ahí sea donde reside la maestría de Rudolph.


martes, 6 de abril de 2010

Hairspray

Hairspray (John Waters, 1988)


Hollywood tiene la costumbre, habitualmente nada buena, de plagiar en cuanto puede y como supuesta forma de homenaje, obras de culto para beneficio de los estudios. Eso mismo hicieron en 2007 con Hairspray, a la que ni siquiera cambiaron el título y eso que sólo esperaron veinte años para la copia.
Ni la he visto ni de momento tengo intención porque creo que hay cosas inigualables, y la frescura y el desparpajo de la original de Waters es algo que estoy seguro de que nunca más se podrá conseguir.
Evolución del underground wateriano hacia un cine en apariencia más comercial pero que sigue gobernado por sus mismos parámetros, especialmente la exageración y la desvergüenza, Hairspray es la versión cafre de Grease, con unos años sesenta mucho más locos, mucho más divertidos y mucho menos ñoños y donde la laca y los cardados imposibles y la música son usados base de un soterrado pero evidente análisis social de la hipocresía americana.

Y eso a pesar de ser una comedia divertidísima y un musical excelente donde la grandísima Divine daría sus últimos pasos en el cine (de baile, y qué bien) para que la recordáramos como era, estupenda y más grande (y gorda) que este mundo.


lunes, 5 de abril de 2010

Frase de la semana


Es que ya no te conozco, con esa cosa de trabajar.

El trabajo va a volverte loco, el trabajo va a volverte un haragán.

Los punsetes, Dinero (LP2).

jueves, 1 de abril de 2010

Destrozando a... Batman y Robin

Batman y Robin (Joel Schumacher, 1997)

Hubo algún sesudo crítico que quiso ver en la segunda (y afortunadamente última) película shumacheriana de la serie Batman una especie de revulsivo y de reducción al absurdo de todo el universo superheroico.
Creo que deberían mirárselo, en especial buscando algún impulso homosexual más que latente que es lo único que se puede sacar en claro de esta bazofia.
Tenemos a los superhéroes más ridículos de la historia (con permiso de Los cuatro fantásticos 1 y 2) vestidos de lagarteranas con corazas de cuero (con pezones y todo en las armaduras, sólo les falta el látigo... a no, que no les falta) y dos de los villanos más fascinantes del universo Batman llevados al más atroz de los ridículos no sabemos por qué motivo.


Schumacher vuelve a hacer una de esas películas suyas donde lo único que sacamos en claro son las ganas que tiene de que Clooney y O'Donnell le metan de todo menos miedo (que ya hay que ser pervertido para que te ponga el O'Donnell)... y ponemos de jarrones (carísimos, casi de dinastía Ming) a Nicole Kidman y a Alicia Silverstone (haciendo de superheroína con sobrepeso, por si faltaba algo que produjera risa en el respetable).
Señor Schumacher: no creo que tenga que recordárselo, pero existe el cruising, las saunas, los cuartos oscuros y otras muchas formas de saciar la líbido. Deje las adaptaciones de cómic en paz, déjelas para quien, al menos, les tenga un cierto respeto.