martes, 5 de enero de 2010

Persiguiendo a Amy

Persiguiendo a Amy (Kevin Smith, 1997)


Hubo un momento en que Kevin Smith se perfiló como una especie de salvador de la comedia yanqui moderna. Ese momento se inició con Clerks, tuvo un pequeño bache con Mallrats (de la que de todas formas se podía salvar mucho) y tuvo su apogeo con posiblemente la película más madura y compleja sentimentalmente que Smith había hecho. Lo triste es que posteriormente quedó demostrado, como algunos auguraban, que esto era lo mejor que Smith iba a hacer nunca.
Quizá no haya quedado para la historia del cine, puesto que dentro del
cine de su director ocupa Clerks por razones más que obvias, pero antes de su bajada a la zafiedad a partir de Dogma, Chasing Amy continuaba por la senda antes visitada por su creador de comedia sutil, en este caso romántica, analizando las relaciones personales entre una generación camino de los treinta y que sin embargo no acababa de salir de la adolescencia y de las inseguridades propias de la misma.


Todo ello impregnado del mismo espíritu gamberroide, cultura pulp y ácida ironía que ya se observaba en sus anteriores cintas, solo que perfeccionada y sofisticada dentro de lo posible.
En definitiva, que el camino era el bueno, pero Smith se salió en un cruce y todavía no se ha vuelto a encontrar. Por más que muchos quieran.


1 comentario:

sangreybesos dijo...

De acuerdo punto por punto, oiga. Es mi película favorita de Smith, y he seguido viendo todas las posteriores para ver si, para ver si... pero no.