lunes, 30 de noviembre de 2009

Frase de la semana


Hoy es el primer día del resto de tu vida, Lee.


Katee Sackhoff en Battlestar Galactica.

sábado, 28 de noviembre de 2009

River deep, mountain high

River deep, mountain high (Ike & Tina Turner, 1976)

Tenía pensada otra entrada para hoy, llevaba toda la semana con ella en la cabeza. Pero hay ocasiones, no se si a ustedes les pasará lo mismo, en que aparece otra canción y se dedica a perseguirte allá por donde vas.
Es el caso de a la que finalmente le dedicaré el post, que llevaba sin escuchar como un año y que estos últimos días me encuentro hasta en la sopa, cosa que no me molesta en absoluto porque posiblemente es el trabajo que más me guste de la pareja (aunque Ike no tuvo nada que ver en realidad).
Disfrútenla, merece la pena.




viernes, 27 de noviembre de 2009

Glen or Glenda

Glen or Glenda (Edward D. Wood Jr., 1953)

Si no hubiera sido por la espléndida película de Burton, la figura de Ed Wood, calificado en su momento como el peor director de cine de la historia (obviamente por alguien que no sabía que algún día existirían Roland Emmerich o Michael Bay, y sólo cito dos...) hubiera quedado en el olvido para siempre jamás.
Gracias al biopic, Ed Wood se convirtió en una especie de ídolo freaky por aquello que algunos llamaban "demasiada pasión por lo suyo" y que llevaba a la construcción de películas como la que hoy nos ocupa.
Glen or Glenda tiene dos virtudes fundamentales (y cas
i que únicas). La primera es hablar y normalizar un tema como la transexualidad a principios de la década de los cincuenta. La segunda es ser (como todo el cine de Wood) precursor inconsciente del underground y del Arte y Ensayo.


Más allá de eso, Glen or Glenda es un despropósito que narra en tono documental la historia de un travestido masculino y heterosexual y alguna otra más de las mismas características sin que haya mucho sentido, y acompañado por imágenes de Bela Lugosi verbalizando frases de contenido poco entendible.
Curiosa sobre todo, y arriesgada en grado sumo, aunque sea por aquello de la historia y porque no es demasiado larga, quizá haya que verla. Aunque quizá no.


jueves, 26 de noviembre de 2009

Destrozando a... Sommersby

Sommersby (John Amiel, 1992).


Lo bueno que tiene esta sección es que si uno no está en condiciones de pensar, siempre puede recurrir a valores seguros, es decir, a Richard Gere, que mucho antes de que existieran los blogs ya sabía que se convertiría en estrella indiscutible de esta sección. Y para terminar de hacerlo echó mano de la no menos inefable a la hora de elegir proyectos espantosos Jodie Foster.
Pretenden contarnos la historia de un señor que se hace pasar por otro y engaña a la mujer, que por lo visto tiene muy mala memoria para las caras y no se acuerda de con quién se casó ni quién le hizo el hijo... o algo así.
Lo cierto es que es todo tan almibarado que te quedas ciego a los cinco minutos, ante todo por el sueño que da y lo torpe que resulta toda la mierda que van echando encima con tal de conseguir "emociones" y "romanticismo".
Un producto infumable que ni siquiera llegó a hacer las delicias de aquellos que piensan que "amar es no tener que decir nunca lo siento" (si consigo ver algún día completa Love Story, caerá aquí también). Eso sí, como hipnótico funciona.
Menos mal que la Foster no terminó el trabajo que se ve en la imagen, porque esta sección se resentiría mucho, aunque la humanidad lo agradecería enormemente.


martes, 24 de noviembre de 2009

Fantasmas de Marte

Fantasmas de Marte (John Carpenter, 2001)


Mi admiración por Carpenter es bien conocida por todos los que visitan el blog. Tanta es, que hasta pude verle aspectos positivos a la, innecesaria a todas luces, revisitación que realizó de El pueblo de los malditos. Pero hasta el crédito de Carpenter tiene un límite que parece haber sobrepasado con esta obra.
Especie de mezcla entre Asalto a la comisaría del distrito 13 y Vampiros, Carpenter sigue buscando hacer ese western que pretende desde siempre, pero ya se comienza a repetir y realiza otra vez la misma película, esta vez sin imaginación y calcando personajes, estética y ambientación de las dos obras antes señaladas.
El reparto, encabezado por una señora guapísima pero que aparte
de eso no tiene mucho más mérito, tampoco ayuda demasiado, e incluso se agradece que la primera en caer sea la reina de la inexpresividad, Pam Grier, que por más que Tarantino la resucitara en Jackie Brown, parece anclada en ese papel eterno de macho woman que sólo se permite un pequeño gesto retorciendo la boca.


Sin embargo, Carpenter vuelve a demostrar que sabe rodar y que, a pesar de todos estos defectos que bien podrían haber merecido un jueves, filma un entretenimiento bobo y superfluo, pero que entretiene y emociona. Claro que menos de lo que me hubiera gustado.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Texto de la semana


[...] Lo comprendieron porque Lucía lo había puesto en palabras, porque ellas lo habían visto con sus propios ojos y porque la estancia, la casa, y toda la ciudad estaban llenas de una tensión y una excitación que emanaban de la propia presencia del forastero; comprendieron que un hombre de verdad es un fenómeno tan extraño como una mujer de verdad.


Sandor Marai, La amante de Bolzano.

domingo, 22 de noviembre de 2009

La mujer más fea del mundo

La mujer más fea del mundo (Miguel Bardem, 1999)


Más bien poca aceptación tuvo el primer largo en solitario de Bardem (previamente había rodado, junto a Albacete y Menkes, Más que amor frenesí), tanto que algunos vimos solos (y no es exageración) esta película en el cine.
Mejor suerte merecía sin embargo una película que encuentra su leit motiv y su mayor acierto precisamente en la frase promocional de su cartel, esa que pone los pelos de punta y que resume toda la historia que se quiere contar con más habilidad de la habitual para un recién estrenado en el largo.
"Sólo quiero que me quieran" se harta de repetir la protagonista durante todo el metraje, esa niña fea que hace lo posible para ser guapa y termina presentándose a Miss España como el summum de los valores que la gente admira.

Feroz crítica a esta sociedad donde todo es la imagen, Bardem firma una realización ágil en la que disfraza de cuento fantástico de intriga y terror una durísima historia de rechazo que se apoya en un guión lleno de aciertos.


Una pena que del casting sólo se salve Roberto Álvarez, ya que el resto de los papeles principales lo ocupan personas que jamás debieron tener acceso a estos papeles, la primera una Elia Galera que al parecer dice ser actriz pero no lo asemeja.
Una pena, digo, porque es quizá lo que le falta a esta película para poder ser grande. De las más originales del panorama español de veinte años a esta parte si lo es, y eso es mucho mérito, que es lo que quería contar con toda esta parrafada.


sábado, 21 de noviembre de 2009

¿Quiénes somos?¿De dónde venimos?¿Adónde vamos?

¿Quiénes somos?¿De dónde venimos?¿Adónde vamos? (Siniestro total, varias versiones en varios discos)

I've been lost, but ya estoy aquí de nuevo. Una ponencia en unas Jornadas me ha tenido separado del mundanal ruido y de las actualizaciones de este blog porque para qué hacer las cosas con tiempo.
En fin, que ya podeis respirar tranquilos, no he sido víctima de la gripe A ni de su vacuna, pero no he podido dejar todavía todo el trabajo hecho, con lo que os dejo la canción que da título a mi presentación.

Buen fin de semana.


jueves, 12 de noviembre de 2009

Al servicio secreto de su majestad

Al servicio secreto de su majestad (Peter Hunt, 1969)


Hay gente que cree que el declive absoluto de la saga Bond fue en los ochenta, cuando un puñado de cintas protagonizadas por Roger Moore y Timothy Dalton dieron casi al traste con una factoría que llevaba sacando provecho de gente falta de espíritu y de sentido igualitario (pobre Bibiana Aído) veinte años.
Los que defienden esto es probable que hayan ignorado o ni siquiera conozcan la existencia de este bodrio realizado tras la retirada de Sean Connery del personaje y que interpretó un señor australiano que nadie sabrá quién es, quizá a lo mejor si en su casa a la hora de comer, con toda la razón del mundo porque está espantoso, aunque no menos que el resto de la película.
De lo peorcito que he visto en mi vida en cuanto a cine de entretenimiento... y todos sabeis que he visto mucha mierda...


lunes, 9 de noviembre de 2009

Galactica

Galactica (Universal Studios, 1978-1980)

Comparar la tremenda complejidad, en todos los aspectos, de la impresionante Battlestar Galactica (sobre todo habiendo terminado el poderosísimo final anoche) con la ingenuidad de Galactica, serie en la que se basa y de la que toma muchísimas influencias, sería muy injusto.
Sobre todo porque Galactica cuenta con un problema fundamental frente a su "re-imaginación", estar hecha y rodada a finales de los setenta, cuando posiblemente nadie se hubiera atrevido a realizar una serie tan siniestra como Battlestar Galactica, ni con tantas implicaciones religiosas y políticas.
Así que daré unos brevísimos apuntes acerca de esta serie de culto de finales de los setenta (se realizó una segunda parte, en 1980, de la que todo el mundo reniega) y que comenta, nuevamente, la historia de un mundo atacado por máquinas que obligan a lo que queda de la especie humana a emigrar en busca de un hogar que sería la Tierra.


Quedan las limitaciones propias de la edad, del presupuesto y de los efectos especiales... y de los niños y los perros que no deberían estar. Pero, y es a lo que vamos, Galactica entretiene y se deja ver, cosa que la mayoría de sus coetáneas no pueden decir.
Aunque no es lo mismo, no es lo mismo...


Frase de la semana


yo sería feliz, yo sería feliz, yo sería feliz,

si yo pudiera vivir sin verle la cara a un guardia civil.

Los Delinqüentes, No llevamos ná (El verde rebelde vuelve).

sábado, 7 de noviembre de 2009

Ziggy Stardust

Ziggy Stardust (The rise and fall of Ziggy Stardust and the spiders from Mars, David Bowie, 1972)
Y quién mejor para la semana "galáctica" que el más marciano de todos los cantantes actuales (y casi que pasados) y esa estrella venida del espacio que fue el gran referente para el inicio de un subgénero, el glam rock, que tantas alegrías nos dió.


viernes, 6 de noviembre de 2009

2001, odisea del espacio

2001, Odisea del espacio (Stanley Kubrick, 1968)


Con esta pasa como con Wall-E, pero más. Porque 2001 se ha convertido en una obra de culto por antonomasia, porque se ha hablado de ella más que del noventa y nueve por ciento de la producción cinematográfica de todos los tiempos, porque todo el mundo aprendió lo que era una elipsis con la primera escena, porque la gente sigue haciendo disquisiciones acerca de qué era lo que Kubrick, maestro en la minuciosidad, pretendía contar en cada uno de los fotogramas del film... así que yo seré sencillo y rápido.


2001 es una fantasía descorazonadora acerca de un futuro demasiado perfecto para poder salir bien. 2001 es la historia de HAL, una computadora que se rebela contra el ser humano que la creó e intenta dominar la existencia. 2001 es una estética impecable en un mundo impecable en el que sin embargo todo falla. 2001 es una visión del fin de la existencia humana consumida por su propio afán innovador tras olvidar que venimos del mono (a pesar de que los Creacionistas no lo crean) y que, por tanto, somos animales que no pueden funcionar como máquinas. 2001 es una de las obras más complejas que jamás ha dado la historia del cine. Y aunque sea sólo por eso, hay que verla las veces que haga falta hasta ser capaces de apreciar todas sus (muchas) virtudes.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Destrozando a... La amenaza fantasma

La amenaza fantasma (Georges Lucas, 1999)



1) El tito Lucas quería volver a hacer caja y se inventó com
enzar la sexalogía que se suponía que fuera Star Wars (para más información, poca, pero con muy mala leche, leer el post que escribí hace mucho sobre La venganza de los Sith).

2)Los frans de Star Wars estaban deseando algo que se le pareciera mínimamente, porque la gente sin ensaimadas en la cabeza no molaba.

3) El tito Lucas puso un poco de esto y un poco de aquello y rodó la peor película de las seis de la saga, aburrida, zafia, pueril y descafeinada.

4) Los frans fueron en masa a verla, porque son frans, no pueden evitarlo.

5) El tito Lucas decidió que era bueno, o al menos que era rico.



6) Todo el mundo odia a Jar-Jar Binks o como se llame el puto bicho insoportable.

P.D.:Aunque hay que reconocer que la estética de los Sith mola...

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Wall-E

Wall-E (Andrew Stanton, 2008)


A veces es difícil hablar de ciertas películas porque no se sabe por dónde empezar. Y es que de Wall-E se pueden contar tantas cosas (y todas buenas) que resulta una tarea titánica intentar resumir la complejidad de una de las mejores películas que he visto en los últimos años en apenas dos párrafos.
Pixar parece estarse especializando en demostrar que se puede hacer buen cine dentro del género de animación, y en su afán está logrando también realizar cintas complejísimas que superan a la gran mayoría de las de imagen real. Wall-E es un magnífico ejemplo de ello.
Comenzamos en una Tierra adonde llega la cámara tras pasar por una maraña de satélites que orbitan alrededor. En medio de los edificios hay "edificios" aún mayores que la cámara enfoca pero no deja ver. Un robot anda apilando basu
ra y coleccionando cosas. Y cuando por fin se aleja nos damos cuenta de que estamos en una Tierra donde la basura lo puebla todo, donde esos supuestos "edificios" no son más que montañas de la misma ordenada que ganan en altitud a los rascacielos, donde el pequeño Wall-E se siente tan solo que acumula toda serie de cachivaches como si fueran joyas en una especie de búsqueda del romanticismo y el cariño, y donde se pasa sus horas fuera del "trabajo" disfrutando de musicales y soñando con un futuro mejor.
A este mundo sucio, polvoriento, amarillento, llega una nave espacial de donde saldrá Eva, robot blanco elegantísimo que hibernará al descubrir un brote verde (no confundir con los de la Menestra) y a la que Wall-E seguirá aún a riesgo de destruirse a si mismo, en búsqueda del amor y la compañía que no ha tenido nunca.

Y ahí llegaremos a un mundo, el humano, donde la alienación ha llegado al máximo, donde un simple anuncio de moda es capaz de lograr que todos cambien el color de su ropa, donde el hombre ha dejado de caminar para aferrarse a la comodidad, donde las máquinas gobiernan no por ellas mismas, sino por premisas de los que controlan el poder.


Y así Wall-E se convierte no ya en metáfora, sino en oráculo de lo que nos trae la sociedad en la que vivimos, la sociedad del supuesto bienestar, para el que nos enseñan que todo pasa por amoldarse a la mayoría y por no pensar, sino actuar según nos dicen los que creen estar capacitados.
Una visión de futuro tan pesimista como esperanzador su desenlace, cuando el hombre descubre sus piernas y que, a pesar de lo que ha estado haciendo durante años, puede volver a ponerse sobre ellas y emprender la marcha. Otra delicia.


martes, 3 de noviembre de 2009

Stargate

Stargate (Roland Emmerich, 1994)


Hay películas que pasan a la historia. Hay otras que no. Stargate es una de estas últimas, y sin embargo quizá se merezca mejor suerte que ser recordada únicamente por haber sido la precursora de una serie de cierto éxito entre los frikis del mundo gracias al canal Sci-Fi.
Cierto es que Roland Emmerich no es precisamente un director al que yo le tenga ningún tipo de especial cariño (dirigió Independence day, lo que es suficiente para cogerle asco a cualquiera), pero hay que reconocerle cierto talento para manejar escenas de acción y los entresijos de la ciencia-ficción en general.

En una época, principios de los noventa, donde además el género estaba de capa caída, Stargate podía ser considerada no sólo una buena película de entretenimiento (que lo es) sino un cierto revulsivo para un género que había alcanzado cotas mejores veinte años antes y que se estaba quedando hasta cierto punto anquilosado.
Uniendo las premisas de La máquina del tiempo y las series galácticas diversas, Stargate conseguía crear un universo propio donde lo contemporáneo se mezclaba con una civilización egipcia allende las estrellas y aportaba un poco de imaginación a la ciencia ficción, que buena falta le hacía.


Que falla en el guión, pues sí, para qué negarlo... pero también es cierto que muchas de las películas que posteriormente se han sacado de la manga las mayors están inspiradas en la estética polvorienta y terrenal que este film mostraba. Y se me vienen a la cabeza unos cuantos títulos que merecerían un jueves...

lunes, 2 de noviembre de 2009

Battlestar galactica

Battlestar galactica (Sci-Fi)


Fue calificada como "la mejor serie de televisión" durante los años en que se emitió. Intensa, complejísima, bien estructurada y mejor escrita, basada en Galactica, serie de los ochenta de la que casi nadie se acuerda, Battlestar Galactica (o Galactica reimaginada) es una versión moderna, con excelentes efectos especiales, y cierta tendencia a la metafísica y a la lectura y relectura religiosa de una serie de personajes que están continuamente en crisis de valores e ideas.
Porque Battlestar Galactica es la nave en la que el Almirante Adama intenta guiar a los pocos humanos que quedan en su huida de los cylon en su ca
mino a la búsqueda de la Tierra. Pero además Battlestar Galactica es una estupenda serie de acción donde todo está perfectamente planificado para conservar la intriga, y además Battlestar Galactica es un magnífico estudio de personajes perpetuamente ensatisfechos con sus vidas en momentos de crisis además externas.


Difícil de seguir (por sus múltiples episodios por web, por su miniserie de inicio, por su película entre la tercera y la cuarta temporada...), tan complejo como la misma historia de la serie. Impresionante.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Ellos robaron la picha de Hitler

Ellos robaron la picha de Hitler (Pedro Temboury, 2007)


Hace ya casi dos años, poco después de empezar este blog (que ayer precisamente cumplió esa edad), defendí muchísimo la primera película de Temboury, Karate a muerte en Torremolinos, por su frescura y su originalidad en el panorama patrio. Su siguiente film, sin embargo, no cubrió mis espectativas.
Ante todo porque si se hace una película con aspiraciones de cumplir criterios de cutre, no se puede hacer con dinero. Y si se hace con dinero, al menos hay que intentar mejorar lo previo. Y Temboury no lo logra.
A pesar de un par de hallazgos divertidos, y una premisa argumental impresionante por lo alocado. Ellos robaron la picha de Hitler se convierte en un fallido instrumento de diversión que divierte poco y cuyos máximos logros se refieren a la inclusión en un pequeño papel del gran Jess Franco y de Silvia Superstar.
Por lo demás resulta más bien larga y aburrida. Aunque hay momentos que merecen la pena. La lástima es que son demasiado pocos para salvarla.