jueves, 15 de octubre de 2009

Destrozando a... La muerte de vacaciones

La muerte de vacaciones (Mitchell Leisen, 1934)


Mientras preparaba la entrada que finalmente irá el jueves que viene (adivinen cuál) decidí admirar con fruición la supuesta obra magna en que se inspiraba (o eso creía yo) y me encontré con un pastelón seudokitsch infumable pero cortísimo (afortunadamente) de la que nada bueno podría salir posteriormente en manos de los que la cogieron.
En manos de otros la interesante historia de Muerte, deseando conocer qué es la vida, hubiera dado para disquisiciones filosóficas y existenciales de alto nivel o al menos para realizar alguna comedia crítica con la vida que nos ha tocado vivir.
En manos del (para mi) desconocido Leisen, la historia queda en una romántica hasta pedir la insulina comedieta ñoña a la que ni siquiera el uso de esa técnica para hacer transparencias de la que no me sale el nombre ahora a pesar de llevar toda la tarde pensando en esta entrada con la palabra en la boca, ni la supuesta transgresión que supone el elegir la muerte como forma de amor salvan de la ñoñería.
Es decir, es como ver una de Hugh Grant y Julia Roberts, pero en blanco y negro y con poco presupuesto. Infausta, infausta...


2 comentarios:

dvd dijo...

No, no, no y no... Y ahora me dirás que te embelesó la de Brad Pitt... Te lo perdono porque ers tú ¿eh?, pero que no se vuelva a repetir...

Groupiedej dijo...

¿Pero por quién me tomas? El jueves que viene...