domingo, 16 de agosto de 2009

Flight of the conchords

Flight of the conchords (HBO)


Lo malo de las series de veinte minutos es que se acaban rápido. Lo bueno es que hay tiempo para ver otras, y tras terminar con las dos temporadas de The Big Bang Theory, me he decidido por fin por una de las series más marcianas que ha parido la HBO, tan marciana como sus protagonistas.
Jemaine Clement y Bret McKenzie son Flight of the conchords, un duo neozelandés teóricamente folk, que han dedicado parte de su tiempo a rodar sus supuestas andanzas por la gran manzana para deleite de sus fans y, sobre todo, de los que no los conocíamos.
En forma de episodios surreales vamos asistiendo al desarrollo de la vida de dos cantantes perdidos en EEUU, cuyo necio representante no es capaz de conseguirles ni un concierto y que cuenta en su haber con una única (y acosadora) fan en todo el país, sin que ellos en realidad resulten menos raros que lo que los rodea.

En un mundo que no conocen desarrollan su absoluta falta de sentido de la realidad mientras los chistes acerca de su acento demasiado inglés, de la industria del disco, de lo que se supone que deben ser las estrellas, se van sucediendo mientras cantan en forma de videoclips canciones cuyos títulos dan idea de lo que pretenden con su música (y con la serie también). The most beautiful girl in the room (que, si me deja el youtube, pondré abajo), You don't have to be a prostitute o Too many dicks in the dancefloor, son sólo un ejemplo de cómo darle la vuelta a tópicos de la industria musical.


El resto de la tomadura de pelo que entraña todo lo que nos ofrece la serie está en ella misma, desde la ridiculización que sufren (y promueven) los cantantes en forma de personajes hasta esa sensación que nos invade desde que empezamos a ver el primer capítulo de que se están quedando con nosotros con ese cínico sentido del humor que la serie derrocha. Y cada vez tengo más claro que no es sólo una sensación.



No hay comentarios: