domingo, 26 de julio de 2009

Hamlet

Hamlet (Kenneth Branagh, 1996)

Siempre existe algún actor, generalmente inglés, que se cree con la capacidad suficiente para dar la "visión última" acerca de las obras de William Shakespeare, como si todo lo realizado anteriormente no tuviera mérito. En ese aspecto, Lawrence Olivier podría haberse llevado la palma si no hubiese existido el señor Branagh, que no solo intentó convencernos de que reinterpretaba las obras shakesperianas llegando a lo más puro, sino que se reservaba los papeles protagonistas dando buena muestra de su ego.
El que Branagh no reinterpretó nada (y hablo en pasado porque hace mucho que no se nada de este hombre) es evidente, el que a su ego cuatro horas le venían estupendamente no pasa tampoco desapercibido a casi nadie. Pero hay que reconocerle el valor de haber realizado cintas posiblemente prescindibles (por más que a él le pareciera que no) pero muy bien resueltas en base a un clasicismo que intentaba disimular, en este caso con intentos de simbolizaciones y demás ornamentos, y a no desviarse de la sólida base que le aportaban las obras del supuesto mayor dramaturgo inglés de la historia.
Partiendo de esta base, que da a entender todo lo que quiero decir de esta película, queda aclarar que Hamlet (de Kenneth Branagh) merece la pen
a. No vamos a encontrar más que una representación de una versión larguísima (hasta cuatro horas en la original, extraída del aparente primer texto completo de la obra) del Hamlet que hemos conocido siempre, solo que llevado al cine con bastante acierto y una capacidad notable de rehuir de la teatralidad.


A mi Branagh no me cae bien, pero tengo que reconocer que logra una película rítmica y nada plomiza, inspirada en alguna de sus propuestas (los juegos de espejos, el teatrito en el que el príncipe realiza sus movimientos, la locura y posterior muerte de Ofelia...) y emocionante a pesar de la frialdad habitual del que la dirige. Claro que me temo que no tiene que ver con él mismo, sino con el texto que utiliza.
Eso por no hablar de los actores, estupendos todos ellos, por más que la omnipresencia de Branagh llegue a dar la impresión de que no hay nadie más que él. Pero bueno... suponemos que su ego quedaría contento.

3 comentarios:

loquemeahorro dijo...

Sin haber visto esta peli en concreto, estoy muy de acuerdo con varias de las cosas que dices de este K.B. y de sus (no sé muy bien por qué) celebradas adaptaciones de Shakespeare.
Y es verdad ¿qué fue de este hombre? ¿se quedaría pa'llá después de ser pareja de Melena Bonhan Carter? Porque esa chica... algo trastornado te debe dejar....

Groupiedej dijo...

Salvo Tim Burton, que ya estaba el hombre nada más que regular...
No soporto a la Bonham Carter, estoy harto de decirlo, y sigo creyendo que el ser una actriz "independiente" no está reñido con el champú, por otra parte.

Jefe Dreyfus dijo...

una de las películas más infravaloradas de la historia a mi modo de ver..