martes, 30 de junio de 2009

Nueve reinas

Nueve reinas (Fabián Bielinsky, 2000)
Ya he dicho millones de veces que los caminos de mi cerebro son inexcrutables y no se exactamente por qué llevo unos días recordando esta película, que hace bastante que no veo. No se si eso me llevará a ser más iluso de lo habitual, pero mantengo en mi cabeza una idea bastante positiva de esta película, y explicaré por qué.
Acostumbrados a un cine argentino fundamentalmente melodramático (aunque a veces se disfrace de comedia) y con verborreas verbales que ni los franceses, Nueve reinas sorprende por ser un ejercicio de estilo realizado con mucho idem y, ante todo, mucha contención.
Diálogos justos, acción necesaria y muchos giros de guión que van a lo siguiente que llama la atención de esta película: la sorpresa. En realidad podemos imaginar desde el principio, cuando nos encontramos con los estafadores protagonistas, que nada va a ser lo que parece, pero aún así no deja de fascinar lo bien que maneja las situaciones Bielinsky para darnos varios golpes de gracia finales, apoyados por unos actores soberbios (incluyendo una Leticia Bredice que a mi nunca me dijo mucho) y un magnífico guión.


Quizá no aporte nada nuevo, es difícil hacerlo en el género policiaco, pero es muy digna y, sobre todo (cosa que también me sorprende del cine argentino) muy, muy divertida, y sin entrar en pedanterías.

P.D.: y perdón a los argentinos, de verdad que lo digo sin acritud.

lunes, 29 de junio de 2009

La semilla de Chucky

La semilla de Chucky (Don Mancini, 2004)


Reconozco mi total desconocimiento de la saga del muñeco diabólico hasta ayer por la noche, más allá del saber de su existencia. Creo haber podido ver alguna porción de la primera de las películas de la encantadora marioneta hace los suficientes años para no acordarme de ella, lo que supongo que tendría que ver con su nulo impacto.
El motivo de haber visto esta secuela no tenía que ver con el interés, sino con la falta de sueño, y puedo decir y diré que tras la experiencia no puedo hacer otra cosa que querer ver las anteriores, por si me perdí algo.
Llega un momento en que los personajes de cine de ter
ror son más risibles que terroríficos, y suelen terminar cayendo en el más absoluto de los ridiculos si no saben reinventarse. Ya he dicho que desconozco el origen de Chucky, pero esta quinta parte parece (aunque no se si lo es) una reinvención del mismo, ya comenzada según pude leer en la anterior La novia de Chucky, donde lo que venía siendo una serie de películas de terror termina convirtiéndose en una suerte de comedia de familia con algo de sangre.
El hijo de la pareja Chucky-Tiffani despierta a ambos tras un viaje desde Inglaterra al ver el "sello" de la familia (un Made in Japan tatuado en la muñeca) en un reportaje sobre la película que Jennifer Tilly protagoniza como novia de Chucky en Holllywood. El recurso metalingüístico, que incluye a una Jennifer Tilly ridiculizándose a si misma y a medio star-system hollywoodiense, sirve además para realizar d
istintos homenajes cinéfilos (la doble personalidad del hijo de los muñecos: Glen/Glenda... ¿a alguien le suena?) y para hacer muchos chistes (incluida el despeñar a Britney Spears) con la colaboración de alguno de los otros niños malos del cine norteamericano (en este caso, John Waters).


La historia de la disfuncionalísima familia de Chucky, de la falsa promesa de tratar su "adicción" al asesinato para no dar mal ejemplo al niño/niña, de las ansias de Tiffani de ser famosa y reconocida como la Srta Tilly (memorable la escena del sofá, cuando tras llamarle guarra le pide un autógrafo), de la dualidad Glen (pasivo, sumiso, miedoso)/Glenda (asesina despiadada), de los secretos en forma de cadáveres que se esconden dentro de los armarios... no es más que una cafre revisitación de Gente corriente, por poner un ejemplo, pero mucho más divertida.
Eso o es que llevaba demasiado tiempo sin dormir...

Frase de la semana


Lo siento Wendy, pero no me fio de nada que sangre durante cinco días y no se muera.


El señor Garrison en South Park, más grande, más largo y sin cortes.

domingo, 28 de junio de 2009

Braindead

Braindead. Tu madre se ha comido a mi perro (Peter Jackson, 1992)

Antes de que le diera por hacer otras cosas, algunas mucho más interesantes (Heavenly Creatures), otras más farfulleras (King Kong), Jackson se ganó el respeto de muchos gracias a películas que ahondaban, entre otras perversiones, en el gore.
Filmó en 1992 una película de culto, titulada en este nuestro país tan amante de las traducciones y los doblajes Tu madre se ha comido a mi perro, donde contaba además con la colaboración de la española Diana Peñalver, que ya iba camino
de convertirse en musa de obras de este tipo (recordemos su colaboración en Fotos) aunque no sabemos qué le pasó por el camino.
Jackson, y es a lo que vamos, realiza una divertidísima comedia que gira en torno a un pánfilo neozelandés, subyugado por su madre y acosado hasta el enamoramiento por una latina que ha podido aventurar en las cartas de su abuela que él será su futuro. La madre no está de acuerdo e intentará evitar de todas formas esta unión, de manera mucho más fructífera cuando, herida por un animal mitad rata mitad mono, se convierta en un zombi que vaya propagando la muerte (viviente) a mordiscos, con el encubrimiento (y sedación) de su hijo.


Las situaciones se van alocando, los personajes (incluyendo el bebé fruto de la relación sexual de los zombis enfermera y cura) van siendo cada vez más desenfrenados hasta llegar a ese orgiástico final sangriento que acabará con la amenaza.
Llena de momentos hilarantes, Braindead es un espectáculo no apto para todos los públicos, magníficamente rodado y planificado donde Jackson demostró lo que podría haber dado de si antes de hacerse liposucciones y ser engullido por Hollywood. Aunque a lo mejor era eso lo que pretendía desde el principio.


sábado, 27 de junio de 2009

Tonight, tonight

Tonight, tonight (The Smashing Pumpkins, 1995)

Hablábamos ayer de Voyage dans la lune y de la múltiple influencia que tuvo en el cine posterior. Pues bien, The Smashing Pumpkins, dentro de su mastodóntico (y espléndido) Mellon Collie and the infinite sadness incluían una de sus más hermosas canciones, esta a la que nos referimos, cuyo videoclip, cortesía (espero) de Virgin, era un precioso homenaje a dicha película. Por ello mismo lo traeré a colación hoy.


viernes, 26 de junio de 2009

El viaje a la luna

Vogaye dans la lune (Georges Méliès, 1902)


Estamos ante la película iniciadora del género de ciencia ficción. En menos de quince minutos Méliès nos cuenta el proyecto de viajar al espacio de unos astrónomos, la preparación de la nave, el viaje a la luna (hasta que el cohete queda empotrado en uno de los ojos de esta), la estancia de los astrónomos allí y su huida de los selenitas, y la vuelta a La Tierra, es decir, algo para lo que ahora se necesitan tres horas.
Emplea para ellos técnicas innovadoras en su momento (sobreimpresiones, travellings...) y nos muestra una imaginería visual portentosa, que ha servido de inspiración a muchos y que logró hace ya más de cien años, lo que otros solo sueñan.


No hay que reprocharle su falta de rigor, su escasa consistencia respecto a las leyes físicas. Voyage dans la lune es un pequeño cuento que quedará para siempre en la retina del que disponga de esos catorce minutos que dura.

jueves, 25 de junio de 2009

Destrozando a... Las chicas de la lencería

Las chicas de la lencería (Bettina Oberli, 2006)


A pesar del título hoy no voy a ser demasiado malo, esta película tampoco lo merece. A ver, no es nada del otro mundo, pero tampoco sale Richard Gere. Lo único es que ya se hacen un poco pesadas las historias de pueblos perdidos entre montañas (ahora será en Suiza, pero lo normal es que lleguen del Reino Unido) donde una panda de pellejonas se deciden a hacer lo que siempre han querido o lo que se les ocurre en forma de superación personal, a pesar de lo que diga la gente del pueblo. A eso se une un tono más dramático porque siempre muere alguien y porque no las dejan (generalmente son mujeres) o porque no las quieren dejar hacer que se realicen como personas.
Que todo muy bien y muy bonito, pero vamos, que cualquiera de nosotros se imagina a su abuela yendo a posar desnuda para un calendario y muy bien tampoco nos sienta, reconozcamoslo. Aparte que las inglesas por lo menos tienen algo de sentido del humor, pero esta...


miércoles, 24 de junio de 2009

Employment

Employment (Kaiser Chiefs, 2005)


Este grupo no deja de presentar simpatías en un determinado sector de la población, entre los que me encuentro, y por más que sean igual de comerciales que otros, no pasan por ello. Su primer largo tras unos cuantos años de trabajo fue este Employment, disco potente y divertidísimo de principio a fin, mezcla de punk y brit pop, deja unos cuantos cortes, casi todos ellos siendo sinceros, candidatos a singles. Nos quedamos en principio con Everyday I love you less and less en forma de video exportado de youtube (y alguna otra en el reproductor). El resto del disco tampoco tiene desperdicio.


martes, 23 de junio de 2009

El último viaje de Robert Rylands

El último viaje de Robert Rylands (Gracia Querejeta, 1995)


Segunda película de ficción de Gracia Querejeta, basada muy libremente en un fragmento de Todas las almas, de Javier Marías (que renegó de ella hasta la saciedad), El último viaje de Robert Rylands es una película tan innecesaria como bella.
Hay mucha gente que achaca a la directora su falta de ideas, su clasicismo, su "no aportación" al cine en general, olvidando que la mayoría de las aportaciones que se realizan en los últimos tiempos al séptimo arte son superfluos e insignificantes. Querejeta opta por el convencionalismo y crea melodramas de mejor o peor suerte, pero al menos dignos, que es algo de lo que muchos directores modernos no pueden alardear.
Visto así, El último viaje de Robert Rylands es, ante todo, un precioso melodrama acerca de la vuelta de un antiguo profesor de la Universidad de Oxford que regresa a ella tras años de exilio y que desvelará una serie de secretos que pondrán patas arriba las vidas de sus antiguos compañeros y amantes, sumidas en la más absoluta tranquilidad desde su marcha.
No habla Querejeta de otra cosa que no sean sentimientos, no aborda existencialidad ni profundidad más allá de la persona, no hace más que dibujarnos a unos personajes en situación de crisis que se guían por lo que sienten e intentan sentir lo que les pasa. No hace nada que no se hubiera hecho antes millones de veces, no hace nada que no sea un melodrama, pero en este caso al menos lo hace muy bien. Y eso es algo que no todo el mundo puede decir.


lunes, 22 de junio de 2009

Déjame entrar

Déjame entrar (Tomas Alfredson, 2008)

Hay un dicho canario, que nos gusta especialmente a los godos emigrados, en el que se dice que alguien tiene un "déjame entrar" cuando se trata de alguien con cierto atractivo, podríamos llamarle morbo. Precisamente ese cierto atractivo que posee la niña de la película (Eli) es la que hace que surja la amistad con Oskar, aunque no es lo único.
Ambos son seres solitarios, él desterrado de su entorno gracias al maltrato de los matones del colegio, ella relegada a la noche por su naturaleza, que se encuentran en su soledad y deciden hacerse compañía, surgiendo un amor irrealizable que lo
gra que lo incomprensible se torne entendible llegado el momento.
Nunca he sido especialmente fan de las películas con niño, por más que muchas obras maestras del cine tengan esa característica, pero había visto demasiadas reseñas positivas de esta película como para dejarla pasar, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de una película teóricamente "de vampiros". El logro de Alfredson precisamente es ese, engañarnos como Ikea, para algo es sueco él también.


Bajo la apariencia de una película de entretenimiento con distintos efectos especiales se esconde una preciosa historia de vida, de amor, de muerte, de supervivencia y de desesperación, la misma que hace que el supuesto padre de la niña, acompañante al menos, decida poner fin a su trayectoria asesina de la forma más boba posible, la misma que lleva a la protagonista a beber sangre, la misma que lleva a Oskar a dejar sin oreja a su perseguidor, la misma que los une para no volver a separarlos. Y todo ello sin dejar de realizar una película encuadrada dentro del género de terror que realmente funciona como tal, quizá porque hartos de tanto efectismo producido desde los estudios anglosajones, la suavidad y lentitud sueca sirvan para que pueda llegar la sorpresa.
Querría decir demasiadas cosas sobre esta película, pero prefiero no destripar nada más, lo merece.


Frase de la semana


Hay mucho que hacer en Dogville teniendo en cuenta que nadie necesita nada.

Nicole Kidman en Dogville.

domingo, 21 de junio de 2009

Tú tranqui... es sólo sexo

Tú tranqui... es sólo sexo (PJ Castanella, 1998)

Existió una sanísima tendencia dentro del cine de temática homosexual, casi una corriente, a finales de los noventa que parece haber ido desapareciendo, o al menos tener cada vez menos presencia, y que se decantaba por el gusto por la crítica hacia los estereotipos gays y lésbicos que eran fomentados desde las asociaciones (lo que de toda la vida se ha llamado ser un maricón de libro) y demás parafernalia directora de la vida de los demás. Independientemente de los buenos propósitos, los resultados fueron más o menos desiguales, aunque en ocasiones interesantes.
En el caso de Relax... it's just sex, lo curioso es la denominación de comedia gay cuando realmente lo que cuenta es la historia de un grupo de amigos donde los más importantes dentro de la trama son, efectivamente, un guionista gay y su amiga heterosexual que busca desesperadamente un hijo. Pero en lo demás no se aleja de las comedias habituales de los noventa respecto a los grupos de amigos en distintas etapas de sus desarrollos personales, con sus problemas afectivos y sus neuras.
Dentro de ese tipo la película no deja de ser una medio
cridad que desaprovecha situaciones y personajes que podrían haber dado mucho más de si decantándose por un dramatismo que, salvo en la escena de la violación (estupenda vuelta de tuerca al mito de la marica violada precisamente haciendo que se giren las tornas) y el final, donde se mantiene un ritmo y planificación medianamente adecuados, resulta grotesco en la mayoría de las ocasiones, tendiendo a exagerar detalles mínimos, cosa que resta credibilidad a una cinta teóricamente "realista".


La pareja gay supuestamente escultural y católica tiene un papel anecdótico cuando hubiera sido de lo más exprimible, y se caen en todos los tópicos posibles de este tipo de cine, comenzando por enseñar cacho en cuanto se puede (que es otra de las premisas básicas para realizar una película de temática homosexual, por lo visto).
Eso sí, hay que reconocer que algunos de los diálogos, fundamentalmente los que se alejan de las supuestas profundidades, son por momentos ingeniosos y resultan bastante bien aprovechados. Una pena que se decantaran por un desarrollo tan previsible, porque ideas buenas había.


viernes, 19 de junio de 2009

El ladrón de bicicletas

El ladrón de bicicletas (Vitorio de Sica, 1948)


Hubo un momento en la historia en el que el cine italiano era considerado artístico. Tiene que ver ese momento con el desarrollo de un tipo de cine llamado neorrealismo consecuente de la posguerra mundial (de la segunda, concretamente) y sus ulteriores elaboraciones. En ese contexto se encuentra una película aclamadísima por la humanidad en pleno y que a partir de un argumento limitado muestra hora y media de pura poesía.
Vittorio de Sica desarrolla la historia de la pobreza y la búsqueda de un futuro mejor a través del personaje del obrero al que le roban la bicicleta cuando precisa ese medio de transporte para poder trabajar y ganarse el sustento. Nos muestra con ella la historia del padre y del hijo en busca de un futuro mejor mientras localizan la bicicleta por una ciudad deshumanizada y demasiado ocupada para poder observar las tragedias personales de la gente que la habita.


Nos muestra en definitiva la historia de un padre y un hijo unidos por una desdicha que no parece tener remedio, y a pesar de todo resulta bella, enternecedora y optimista. Grandes que son algunos.

jueves, 18 de junio de 2009

Destrozando a... Pocahontas

Pocahontas (Mike Gabriel, Eric Goldberg, 1995)


O cómo los que adoraron la nueva etapa dorada de la factoría Disney tuvieron que agachar la cabeza y terminar reconociendo que tras la superficie dorada no había oro, como creyeron con El rey león, sino simple y pura hojalata.
Una historia acerca de una india que no se muy bien que hizo en realidad (ni me interesa lo más mínimo), pero cuya leyenda sirvió para la formación de la identidad yanqui, dio la oportunidad al estudio para elaborar un melodrama malo para adolescentes, una de las "epopeyas" más tristes, edulcoradas y cansinas que he podido ver y, ante todo, unas cuantas bromas sobre los pezones de los indios. Sin olvidarnos de la empachosa banda sonora que bien podría haber salido de las manos de Álex Ubago...
Pero sin duda alguna, lo mejor que trajo esta película es un chiste:
"Se abre el telón y se ve a Ana Obregón. ¿Cómo se llama la película? Poco-juntas".
Así de mala es.

P.D.: casi no llego y me ha quedado soso, lo se, pero es que todavía estoy elaborando el final de Los soprano. Me llevará un par de días.

miércoles, 17 de junio de 2009

Gimnástica passiva

Gimnástica passiva (Hidrogenesse, 2002)

Primer largo de uno de los grupos más extravagantes del panorama musical español, Gimnástica passiva es una pequeña extraña obra maestra, donde a través de diez cortes, comenzando por el espléndido Hidrogenesse asociados, nos dan idea de su peculiar forma de entender la música.
Cotidianeidad y absurdo se mezclan a la perfección con estilos musicales diferentes y antagónicos, consiguiendo resultados como mínimo sorprendentes. Y es además uno de los referentes de todos los frikis del país. Para ejemplo, este vídeo que realizaron cuatro amigas un tarde de domingo, tomando como inspiración una de las canciones con más versiones en youtube (de donde está sacado este, también): No me digas que no hay nada más triste que lo tuyo, hay muchas más cosas en el mundo que son mucho peor...




lunes, 15 de junio de 2009

Así es la vida

Así es la vida (Arturo Ripstein, 1999)


El mismo año en el que el director mexicano recibía la Concha de Oro en San Sebastián por La perdición de los hombres, veía la luz esta reconocida y terrible versión de la ya de por si terrible historia de Medea, esa bruja abandonada por Jason en favor de Creúsa/Glauca que, como venganza hacia Jason, no duda en sacrificar a sus propios hijos para terminar de distintas maneras según la versión del mito.
Ripstein rebaja el nivel épico de la tragedia griega, convirtiendo al héroe y la bruja en un boxeador y una partera experta en remedios naturales, y Corinto en una comunidad de vecinos, que reflejará como en todas las historias de Ripstein la vida de los desposeidos de su país sin olvidar el carácter fantástico de la obra, y elementos de tal índole aparecen en la opresiva seudociudad donde se desarrolla la historia, como una mezcla de fenómenos imaginarios y hechos extraños.
Todo ello, de la mano del excelente guión co-escrito con su esposa, Paz Alicia Garciadiego, ayuda a filmar una película durísima y espléndida, llena de los habituales planos-secuencia larguísimos a los que el director acostumbra y que, en este caso, además sirven como perfecto elemento narrativo visto el origen teatral de la historia.
Lo que aporta quizá Así es la vida a la archiconocida historia es su visión del mundo donde se desarrolla, un mundo en sí tan inmoral que llegamos a comprender a Julia (la Medea de Ripstein), que no conseguimos terminar de culparla punitivamente por sus crímenes, que nos podemos hasta alegrar de que se vaya de ese reino donde ya no es bien recibida. Y es que en realidad en esta película, como en la vida en si, los malos no siempre son los que lo parecen.

Frase de la semana.


La ropa hace al hombre, y cuanto menos hombre hay más ropa hace falta.


John Neville en Spider.

domingo, 14 de junio de 2009

Matador

Matador (Pedro Almodóvar, 1986)


Quizá de las películas más extrañas (e incomprendidas) de la filmografía del manchego, realizada cuando todavía no se creía dios, y por tanto con mucho más riesgo de todo lo que realiza ahora, Matador es una película que rebosa erotismo por todos sus poros, un erotismo sucio bañado de perversión que es el leit-motiv de toda la obra.
Volviendo la tuerca al tópico tauromáquico hispano, Almodóvar asemeja la muerte del toro al asesinato por medio de dos personajes, Diego y María que, por distintas razones, estocan a sus parejas tras el fornicio como método y fin sexual (y orgásmico).
Estéticamente cuidadísima sin las exageraciones propias posteriores del manchego, con momentos cómicos hilarantes perfectamente introducidos, Matador es, ante todo, sórdida. Pero a la vez fascinante y atrayente, en su mezcla de sexo y dolor, de vida y muerte, de dolor como objeto libidinal, de muerte como el resultado de la vida.


Es cierto que el tono folletinesco propio de los guiones almodovarianos va en contra de una película mucho más sensorial que todo lo que suele realizar, pero aún así la película rezuma fuerza y consistencia. O a mi me lo parece, vamos.

viernes, 12 de junio de 2009

Yo anduve con un zombie

Yo anduve con un zombie (Jacques Tourneur, 1943)


Dentro de la serie B hay grandes obras, y una de ellas es de la que nos ocuparemos esta noche. I walked with a Zombie es una inquietante y preciosa historia de zombies ambientada en una isla del Caribe donde Tourneur, con exquisito gusto, nos narra una historia sencilla de terror que aúna vudú y muertos vivientes y que destila un cierto aire poético casi naif que no hace más que fascinar.
Deliciosamente kitsch (dentro de lo kitsch que puede ser una
película de terror), Tourneur realiza un ejercicio de estilo nada condescendiente, consiguiendo una bellísima, tenebrosa y emocionante película que se sustenta, además de en su trabajo de dirección, en unos estupendos actores y una preciosa fotografía.


En realidad no se que más decir de ella, así que les dejaré tiempo para que la revisen.

jueves, 11 de junio de 2009

Destrozando a... Speed 2

Speed 2 (Jan de Bont, 1997)


Podríamos hacer un monográfico de películas de carreras (en este caso acuáticas) o de la Bullock (¡puaj!) o de la inefable carrera de su ¿director? y tendríamos jueves resueltos hasta final de año sin problemas. El por qué he escogido esta tiene que ver con los programadores de cine de La Sexta, que se dedican a comprar saldos y van a ofrecer en la misma semana esta y Street Fighter, que también es para cortarse las venas en general. En fin, que esta cosa es un truño o una excelente comedia absurda, según se mire.
La gran pregunta sería: si ya Speed era mala de solemnidad, ¿había necesidad de hacer una segunda si todo el mundo sabía que no iba a ir a verla ni el Potito? Porque el argumento es exácticamente el mismo: un malo ridículo pone una bomba que estallará en un crucero donde está la gafe de la protagonista de la primera película (que no tiene nada que envidiarle a Espe, yo no me iría de viaje con ninguna de los dos), que se liará con un tiarrón (después de Keanu Reeves, vería a Jason Patricks y los labios le harían palmitas) y ambos tienen que salvar el barco. Como Titanic pero sin iceberg y sin niños muertos, vamos.
Hombre, al César lo que es del César: esta es infinitamente peor.


miércoles, 10 de junio de 2009

Un loco a domicilio

Un loco a domicilio (Ben Stiller, 1996)


Se que no me voy a ganar el respeto de nadie con esta entrada, pero quiero decir ya, para el que quiera no siga leyendo, que a mi esta película me gustó y junto con El show de Truman, es de las pocas donde aguanto por momentos al generalmente insoportable Jim Carrey.
Tras su horrible debut con esa tontería llamada Reality Bites (con la que me despaché a gusto aquí), Ben Stiller se está convirtiendo en uno de los adalides de la comedia crítica americana, cuyo cénit ha llegado con Tropic Thunder (me niego a transcribir el horrible título español), auténtico monumento al que algún día habrá que dedicarle
unas palabras, pero su inicio fue con esta película, en forma de visión cómica de un acosador (Jim Carrey) a modo de cara B de Atracción fatal.
Comedia guiñolesca a mayor gloria de Carrey, la triste historia de The Cable guy, esa obsesión que desarrolla por la amistad de Steve (Mathew Broderick), su único amigo, unido a él más por las circunstancias que por otra cosa, debe ser mirada en principio como lo que es: una comedia negra donde si obviamos el exagerado histrionismo de su protagonista, hay escenas hilarantes y otras más flojas. Stiller no termina de manejar la caricatura de personaje que es Jim Carrey (y que hace Jim Carrey) y hay momentos que se le van de las manos sin que, sin embargo, el resultado general se resienta demasiado.


Si queremos buscar algo un poco más elaborado quizá no lo encontremos más allá de la ridiculización del tipo de cine de acosadores tan de moda en los noventa. Pero entretener, entretiene un rato, que es de lo que se trata, aunque la humanidad en pleno no va a estar de acuerdo conmigo, si lo se.

lunes, 8 de junio de 2009

El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante

El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante (Peter Greenaway, 1989)

La desagradable escena final de esta cinta es, a mi modo de ver, la más conseguida dramáticamente hablando de todas las películas que he visto de su director, que bien mirado no han sido pocas.
Greenaway ha sido uno de los abanderados perpetuos del arte y ensayo, distinguiéndose sus películas por la estética rococó, la presencia de múltiples desnudos y el discurso muchas veces ininteligible y lleno de tantos contenidos metafóricos q
ue al final, en muchos casos, no deja claro qué es lo que quiere contar.
Cuando estrenaron, hace años ya, The pillow book, oda fundamentalmente al cuerpo de Ewan McGregor, recuerdo que leía en alguna revista especializada que se desdeñaba el producto por su comprensibilidad y su argumento lineal y simple. Pues bien, esto precisamente es lo que se echa de menos en casi toda la filmografía anterior del director, pero que ya se puede intuir en El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante que, sin ser en absoluto una película lineal y fácil, mantiene cierta coherencia interna en su intento de contar una historia. A pesar de estar regida por la estética, por los juegos simbólicos prese
ntes en los pensadísimos decorados y planificación, esta película sin embargo es mucho más comprensible que otras obras suyas desde el primer visionado.


Retorcida en todos los aspectos y desasosegante durante todo el metraje, El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante es un triángulo amoroso tratado en tono de farsa teatral que trata de la perversión en todos sus aspectos: en lo relacional, en lo sexual, en lo cotidiano... Perversiones que llegarán hasta esa escena final trágica a la vez que buscada y celebrada donde la humillada mujer logrará vengarse de su marido de la forma más cruel y rebuscada posible hasta lograr, tanto en él como en el espectador, el provocar el asco más profundo imaginable. Y cualquiera que me siga desde hace tiempo sabrá que yo esto no lo considero malo, en absoluto.
Del resto del cine de Greenaway... tendré que repasar.


Frase de la semana


De aquí surgió Dárdano, aquí regresa y con sus solemnes mandatos nos impele Apolo hacia el tirreno Tíber y hacia las sagradas aguas de la fuente del Numico. Te ofrece, además, estos humildes obsequios de su antigua fortuna, reliquias arrebatadas a las llamas de Troya.

Virgilio, Eneida.

domingo, 7 de junio de 2009

El funeral

El funeral (Abel Ferrara, 1996)


Tras la polémica suscitada la semana pasada con mi equivocación respecto a la filmografía de Ferrara, me veo en la obligación de hablar de mi película preferida del director, y eso que llevo años sin verla porque es otra para la que hay que tener estómago.
Ferrara da una pequeña vuelta de tuerca al tema mafioso en u
na película de duración ínfima para este tipo de cine (apenas hora y media) a partir de la muerte del pequeño de los tres hermanos de una Familia.
Durante hora y media en el que el flash-back es usado como recurso narrativo fundamental, Ferrara nos muestra las penalidades de los dos hermanos mayores, sus cábalas existenciales y su desmoronamiento ante la sólo aparentemente pasiva mirada de sus esposas (magníficas Rossellini y Sciorra), en base al pago de sus pecados anteriores. Con un sentido religioso muy influido tanto por Ferrara como por Nicholas St John, coautor del guión (igual que en The Adiction), la película trata más de la ética que de la intriga h
asta la resolución del asesinato, de nuestras propias incongruencias en la penalización de faltas ajenas y propias, y de la redención de los pecados, que llevará al tremendo final.


Incomoda y estremecedora, El funeral se sostiene sólidamente en el trabajo de unos actores espléndidos (Chris Penn fue de hecho galardonado en Venecia) y de un guión simple pero sin fisuras, en el manejo de los silencios como método expresivo, y en el uso del flash-back, como ya dijimos antes, sin intención caprichosa, logrando una película durísima que nos enfrenta con nuestras propias decisiones. A mi me parece soberbia.

viernes, 5 de junio de 2009

Los diez mandamientos

Los diez mandamientos (Cecil B. de Mille, 1956)


Hubo una época en que las grandes superproducciones de Hollywood basaban su espectacularidad en los decorados, los extras y los montajes de fotografía, aunque parezca mentira en la era de la infografía. Además en esa época los directores de este tipo de cine intentaban que sus guiones tuvieran sentido y eran capaces de aunar espectáculo, entretenimiento y buen cine, aunque a estas alturas eso parezca irrealizable. Es en esta época donde ejerce su mandato como gran creador de historias colosales Cecil B. de Mille, y este es su testamento cinematográfico.
Revisión de su misma película de 1923, pero con los beneficios del color, el sonido y el mayor presupuesto, Los diez mandamientos no es la mejor de todas las historias épicas, pero no importa. Cuatro horas casi de cine clásico nos ofrece la versión de de Mille de la historia de Moisés como libertador del pueblo hebreo esclavizado en Egipto, historia que ha dado suficientes vueltas como para que yo la explique aquí.


Cuatro horas de emoción y escenas colosales como las de las plagas o la apertura de aguas del Mar Rojo, cuatro horas de grandes actores y grandes interpretaciones, cuatro horas de diálogos y dudas morales (muy influidas por lo religioso, pero moralidad al fin y al cabo) espectáculo y magnificencia. Cuatro horas de cine de entretenimiento con contenido, en definitiva. A estas alturas irrepetible experiencia, por otra parte.

jueves, 4 de junio de 2009

Destrozando a... Lucía Etxebarría

Lucía Etxebarría (escritora)

Conversación hipotética entre la autora y un bloggero no comulgante:

- Buenos días, señora Etxebarría.
- Hola, tú. A ver, qué quieres que tengo prisa, que me tengo que ir a opinar y luego a comer con Ray Loriga.
- Verá, señora Etxebarría, pensaba publicar un artículo na
da amable con usted, porque le tengo ganas desde hace tiempo, y quería conocerla mejor para no meter la pata porque mis animadversiones no tienen por qué ser sensatas.
- Yo sólo le caigo mal a los machistas y a los carcas.
- Nunca me consideré ni lo uno ni lo otro.
- Entonces seguro que te caigo bien... Lo que no me explico es cómo no te caigo bien ya. ¿De verdad que no eres un machista?
- Creo que no. Verá, si me permite, me gustaría hacerle alguna pregunta acerca de algunas cosas que he leído.

- Pregunte, pregunte.
- ¿A qué se está dedicando ahora?
- Detecto cierto tono machista...
- Sólo era una pregunta.
- Bueno, yo soy feminista y progre y guay.
- Ya, pero eso no es una ocupación. Le preguntaba más bien por si estaba escribiendo algún libro nuevo.

- Yo siempre estoy escribiendo, es lo que tenemos los genios, que no paramos de crear, como Amenábar o Pablo Motos. Pero además, si se ha informado usted un poco, sabrá que también escribo artículos de opinión, porque soy opinadora profesional.
- ¿Opinadora profesional? ¿Y qué hay que hacer para eso?

- Ser un genio, como yo. Está reservado sólo a unos pocos, usted no va a llegar, no se haga ilusiones.
- Ya, pero las opiniones deben basarse en algo...
- En que soy escritora y muy buena. Escribo cosas interesantísimas acerca de mujeres que follan y se drogan y tienen muchas dudas acerca de por qué follan y se drogan.
- No parece que eso sea el summum de la literatura.
- No se lo parecerá a usted, pero yo tengo un premio Nadal y otro no se cual y algún otro más. Lo que pasa es que usted es un superficial y no sabe ver lo que hay debajo, como yo.
- Será verdad que algunos nos quedamos en lo que leemos.
- ¿Ve como yo siempre tengo razón?.
- Respecto a eso, quería hacerle una puntualización. Hace no mucho leía uno de sus artículos donde venía a decir que darle un cachete en el culo a un niño era maltrato infantil.
- Es que es así.
- Bueno, muchos padres y profesionales que trabajan con ni
ños no están de acuerdo con eso. ¿No le parece una comparación un poco exagerada?
- ¿Exagerada yo? ¿Quién no está de acuerdo?, ¿Quién?
- Profesores, psicólogos, psiquiatras, educadores... yo mismo que tengo un poco de idea del asunto.
- Una panda de machistas y de carcas... si ya me parecía a mi que usted no era trigo limpio.
- O sea, que se reafirma.
- Absolutamente.

- ¿Y en que se basa para escribir una afirmación que dejaría como animales al noventa y nueve por ciento de los padres?
- ¡Cómo que en qué me baso! ¿Usted o alguno de los machistas que ha dicho usted antes han escrito Beatriz y los cuerpos celestes o Amor, curiosidad, Prozac y dudas o De todo lo visible y lo invisible?
- No, yo con leérmelas ya tuve suficiente.
- Pues ya está.
- Bien, como veo que no va a ser posible pasaré a la siguiente cuestión...
- ¿Me está tachando de intolerante?

- No osaría... Pero si que se comenta que en su blog no responde a las observaciones de comentaristas que no estén de acuerdo con usted...
- ¿Qué machista, carca e inculto ha dicho eso, eh?
- Tenga cuidado, se está poniendo muy roja. A la última que se lo escuché fue a una mujer.
- Mentira falsa. Seguro que iba disfrazado. Yo en mi blog sólo contesto a la gente sensata.
- La que piensa como usted...
- Evidentemente. El resto son unos machistas, carcas
e incultos, y a esos mejor no hacerles caso que se les da alas.
- Precisamente lo que se le critica muchas veces...
- ¡A mí! ¿Quién me critica a mi, a ver? ¿Quién se atreve? grrff... ¡machistas!... grrrrrrffff.... ¡carcas!.... ggggrrrrffff... ¡INCULTOS!
- Me está dando usted un poco de miedo.
- ¿Usted es uno de ellos, verdad? ¿Quién le envía?
- Relájese, señora Etxebarría. Le pido disculpas si mis preguntas la han alterado pero...
- Un momento, que me llaman por teléfono.
- Pero si está marcando usted...

- Es que mi móvil se contesta de forma muy complicada... ¡Machista!
- Ayuda para las feministas progres y guays, le atiende Marga, ¿en que puedo ayudarla?
- Soy Lucía. Aquí tengo a un machista y carca e inculto que no deja de decir que se meten conmigo.
- ¿Y le ha dicho ya a él que es un machista, un carca y un inculto?
- Claro que se lo he dicho, pero sigue.

- Eso va a ser maltrato psicológico.
- ¡Es verdad!
- Acúselo de maltratador y si no depone su actitud, póngale una denuncia.
- Claro, muchas gracias, Marga.
- ¿Terminó ya de hablar? Se lo digo porque si quiere algo de confidencialidad mejor que no deje el manos libres encendido.
- ¡Maltratador!
- Viniendo de usted lo tomaré como un halago. De hecho, estoy a punto a punto de darle la razón.

- GRRRRFFFF... ¡MACHISTA!.... GGGGGRRRRRRRFFFFF.... ¡CARCA!..... GGGGRRRRRFFFF.... ¡INCULTO!..... GGGGGGRRRRRRFFFFF..... ¡MALTRATADORRRRRRRRR!
- Muchas gracias por su tiempo, doña. La dejo antes de que se le explote la vena. Y tómese la medicación antes de ir a opinar, se lo recomiendo.
- GGGGRRRRRRFFFFFFF....¡ MALTRATADOOOOOORRRRRR!!!!

P.D. de verdad que he intentado colgar una foto suya, pero el blogger se bloquea, así que pondré la más afín que he encontrado.



martes, 2 de junio de 2009

Akira

Akira (Katsuhiro Otomo, 1988)


De las primeras películas basadas en manga que traspasaron las fronteras japonesas, y culpable en parte del aumento de la difusión de este género en la cultura occidental, Akira en realidad no se basa en el manga completo, terminado varios años después de la película, sino que difiere de este, aspecto que la lleva a poseer entidad propia.
Akira es la historia de un apocalipsis cualquiera, en este caso
, un segundo apocalipsis sobre Tokio provocado por los mismos experimentos médicos y las mismas ansias de control. Akira es un proyecto que salió mal y acabó destruyendo Tokio, que renacería en forma de Neo-Tokio, ciudad desenfrenada donde las peleas entre bandas de motociclistas están a la orden del día a pesar de reinar un estado policial tremendamente represivo.


Neo-Tokio está invadido de corrupción y existen algunos que quieren cambiar las cosas, a pesar de formar parte del mismo sistema corrupto. Pero eso son las grandes instancias. En la vida de los neo-tokianos las cosas son mucho más simples: todo consiste en escapar de la policía, jugar y anunciar la llegada de Akira, un nuevo mesías que salvara al mundo de la corrupción. Claro que ni Kaneda ni Tetsuo saben de quien se trata hasta que el segundo es víctima de la experimentación y desarrolla los mismos poderes telequinéticos que hicieron que Akira terminara en un congelador.


La poderosísima imaginería visual y fantástica de Otomo llevan a buen puerto una historia conocida de sobras, creando unos ambientes lúgubres, unos personajes retorcidos... que contrastando con la inocencia de los que viven el día a día, dotan a esta película de una fuerza hasta entonces inusual dentro del cine de animación, donde es mucho más fácil, además, que esas imaginería logre verse en todo su esplendor. Adolece quizá de cierto desdibujamiento de personajes, de cierta lentitud, de cierta repetición si quieren, pero es emocionante como nunca lo fueron las películas de Dysney, por ejemplo.

lunes, 1 de junio de 2009

Attack of the killer tomatoes

Attack of the killer tomatoes (John de Bello, 1978)


Comencemos por lo obvio. Esta película es muy mala, cinematográficamente hablando, y no voy a ser yo el que diga lo contrario. Pero, y dado que creé una sección para poner verde lo que me pareciera, me veo en la obligación moral de explicar por qué voy a defenderla en lugar de atacarla, y se resume todo en una sencilla premisa: será mala, pero es que no pretende otra cosa.
Lo que da pena de Attack of the killer tomatoes es imaginarse qué hubiera sido de la delirante trama si en vez de realizarla con afán de parodia clara, se hubiera hecho "en serio" y con más medios. Probablemente estuviéramos ante una de las grandes comedias de los setenta.
Y es que la fábula de ataque a la humanidad por parte de unos tomates mutantes contiene muchas ideas colosales. La dificultad con la que se encuentra su director y guionista es no saber cuando parar, consiguiendo que los gags dejen de tener gracia y llevando al ridículo lo que podría haber resultado soberbio. Un ejemplo lo tenemos en la fascinante escena de la reunión de los expertos en una sala donde no cabe nada, teniendo todos que pasar por encima de la mesa para conseguir sentarse en alguna silla. Al inicio de la escena se explica que no ha sido posible conseguir un sitio más grande, y todos los generales y médicos van aposentándose como pueden donde pueden, logrando una escena descacharrante. Pero en vez de parar ahí, de Bello hace que sus personajes sigan levantándose y sentándose cruzando la mesa por encima para que la escena termine perdiendo toda la gracia.


Como esa, estira demasiado los gags en otras tantas, pero hay que reconocer que los hallazgos son también bastantes, comenzando por la misma trama y esa primera advertencia acerca de la necesidad de tomarse en serio lo que se nos cuenta, tomando The birds como referencia. Memorables son también algunos de los episodios de los tomates, el del periodista que retiene a una mujer cuyo marido ha desaparecido para poder hacer una entrevista donde lo da por muerto y le pregunta a ella si se va a volver a casar, y ese final con las zanahorias amenazando.
Referencias publicitarias múltiples sirven como uno de los ataques a la publicidad, pero no salen bien parados tampoco los medios de comunicación, los políticos, el ejército... de Bello carga con una artillería pesada que en momentos da frutos espléndidos, por más que el resultado global no pase de la serie B, de lo puro paródico vago (más por la incoherencia que por otra cosa) y el conjunto termine siendo malo con avaricia. Pero aún así, lo bueno es muy bueno.
¿Queda claro por qué hay que perder hora y media viéndola?


Frase de la semana.


Por eso voy a decirte una cosa, y tú atiende y óyeme. La tierra no cría animal alguno inferior al hombre, entre cuantos respiran y se mueven sobre el suelo.


Homero, La Odisea.